Desde Nuevo León, nos comentan que más de un regio  se pregunta  si el gobernador Samuel García Sepúlveda (MC) y su esposa Mariana Rodríguez Cantú tienen alguna especie de convenio  o reciben alguna comisión, pues cada vez  es  más seguido el comercial que hacen  en sus redes sociales  de  unas frituras de harina, consideradas por el Sector Salud federal “comida chatarra”. Nos refieren que la imagen más reciente la tomaron hace unos días, cuando, tras acudir a una función del espectáculo Luztopía, llegaron a un puesto de vendimias para degustar las frituras con harto chile y hasta salen chupándose  los dedos, lo cual no  fue muy del agrado del respetable. ¿Será que ya hasta hacen anuncios comerciales?

Amargan el “Thanksgiving”

Donde se abrió un nuevo frente de batalla, nos cuentan, es en Puebla, entre el gobierno del estado y el sector empresarial. Nos narran que el pasado jueves (cuando se celebra en EU el “Thanksgiving”) el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta (Morena), en una comida con la Coparmex, reprochó a este sector que lo hayan dejado sólo en el combate a la pandemia, a lo que los empresarios lo interrumpieron criticándolo por el conflicto en la Universidad de las Américas Puebla (Udlap) y los impuestos, por lo que don Miguel terminó su discurso y no se quedó a la comida. Un día después, nos dicen, don Miguel aseguró que no aceptará presiones de la “derecha radical” y, aunque les ofreció diálogo, la tensión está en el ambiente.

Le baja dos rayitas a su tono

Quien aplicó golpe de timón en Sinaloa, nos comparten, fue la aspirante a la dirigencia local del PAN y exdiputada local Roxana Rubio Valdez. Nos indican que había arrancado muy “echada pa’lante”, acusando que no había piso parejo y decía ser víctima de violencia política en razón de género por parte del actual dirigente estatal blanquiazul Juan Carlos Estrada Vega, pero ahora suavizó su discurso y hasta busca la reconciliación, pues a buena parte de sus simpatizantes no le agradó el tono de su campaña, además de que se enteró de que a su contrincante Verónica Montaño Cisneros no le causó mucha gracia las insinuaciones que hizo de que los dados estaban cargados a su favor y por eso prefirió llevar la fiesta en paz, porque le estaba restando adeptos. ¡Qué tal!