Ciudad de México.-
Gil Ventura Navor es un rapero singular; oriundo de Ixtlahuaca, Estado de México, y de raíces mazahua este rapero de 25 años paso del oficio de bolero a ser cantante de rap. Por su visión crítica y social se asume como portavoz de su cultura y de los pueblos indígenas en general; sus temas se han escuchado en México y Estados Unidos.
Con su canto sonoro y la velocidad de sus rimas, que fluyen como cascada, rapea sobre su vida, sus raíces y los problemas sociales que enfrenta la población indígena como lo son: la discriminación, falta de oportunidades, el fenómeno migratorio, el orgullo de ser originario y anhelo de las raíces de su pueblo enclavado en el río Lerma.
El joven mazahua comentó a EL UNIVERSAL que en su región las oportunidades laborales son escasas y trabajar el campo no deja mucho dinero, además él desde temprana edad tuvo inquietud por la música y posó su vista en objetivos ajenos al campo, más no de sus orígenes.
“No quiero trabajar la tierra porque no hay dinero, quiero cantar y cantar muy fuerte para que toda la gente cuando me escuche diga: ¿quién es él? Y todos digan Gil Navor el que habla mazahua” rebela que ha sido y es uno de sus objetivos.
Un pasado de mil oficios
Su vida adulta comenzó cuando tenía 12 años y se hizo hombre, pues en la cosmovisión de los pueblos indígenas “solo se es niño y adulto”, no como en las ciudades donde la gente tiene un proceso de crecimiento y adquisición de responsabilidades distinto.
Comenta que el pasó de la niñez a la adultez a través de una charla, “cuando cumplí 12 años mi abuelo me dijo ya estás en edad de darte en la madre” y así Gil comenzó a trabajar, primero en el campo, después como ayudante de albañil, de bolero, comerciante, cerillo y lavando lozas y carros. No estaba conforme, quería más, dejar “de ser el indio que te bolea los zapatos”.
Cansado de desarrollar esos oficios que dice no son indignos, se puso como meta ser algo más y disfrutar la vida. Su incursión a la música fue con la banda de rock Quirmi Karma (hola amigo) en la que cantaban en español incluyendo versos en mazahua, incluso se presentaron en La Hora Nacional.
A Gil le interesó prepararse más y optó por estudiar la licenciatura en Lengua y Cultura en la Universidad Intercultural del Estado de México, para buscar ayudar y visibilizar a los pueblos originarios.
A la par se empezó a interesar en el mundo del rap, del género lo atrajo que habla de problemas sociales, familiares y “que hablan de una sociedad en lo que no todo es bonito”, como en el rap estadounidense hecho por afroamericanos, que dice es un sector segregado igual que los pueblos indígenas.
Gil considera que igual que los afroamericanos, los pueblos indígenas han sido menoscabados y discriminados, eso lo alentó a hacer rap y más aún en su lengua madre.
"A nosotros no nos dan espacios"
Las letras de Gil hablan de su vida y las adversidades pues “uno es indígena, está preparado, quiere echarle para adelante, pero te das cuenta que no puedes, te frenan y, por ejemplo, uno nunca va a llegar a ser director del Museo de Antropología e Historia, ahí está un austriaco”.
Con respecto a su música comenta que a los abuelos, incluido el suyo, muchas veces les gana el sentimiento al escuchar esta música (rap) en mazahua porque a pesar de ser recios y haber trabajado toda la vida en el campo “les toca fibras sensibles porque en sus tiempos los golpearon y torturaron para que dejaran de hablar nuestra lengua”.
Gil considera que la música en lenguas originarias aún tiene muchas restricciones. A pesar del boom de los pueblos indígenas hay poco apoyo y difusión. Resalta que le agrada que agrupaciones como Café Tacuba y Panteón Rococo defiendan causas indígenas y canten usando frases en diversas lenguas pero “a nosotros que emanamos de esas culturas no nos dan los espacios”.
A pesar de eso Gil dice que “cayó en blandito” y le gustaría que “Café Tacuba escuchara mi música, me ayudará a mejorar mi calidad y difundir mil cultura", pues en tiempos de sus abuelos o sus padres hacerlo era imposible. "En ese entonces querían erradicar las lenguas (originarias) y prohibían a todos hablarlas”, detalló.
Actualmente Gil Navor cuenta con una producción discográfica lanzada de la mano de la productora Mano Negra y aunque “no sé a dónde voy yo solamente quiero cantar”, finalizó.