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Cancún.— El gobierno de Quintana Roo gestiona 62 millones de pesos, a través del Fondo de Desastres Nacionales (Fonden) para atacar la problemática del recale masivo de sargazo que aqueja a las costas de los destinos turísticos del Caribe mexicano.
El titular de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), Alfredo Arellano, informó que la propuesta se encuentra preaprobada, por lo cual se encuentran en etapa de entrega de la fundamentación y motivación para la obtención del recurso.
“Estamos haciendo el diagnóstico con la finalidad de contar con el recurso para poder atender la problemática. Son alrededor de 62 millones de pesos para todos los municipios de la costa”, afirmó.
El funcionario indicó que, conforme a los pronósticos de universidades e instituciones que monitorean el arribo de este tipo de algas pardas, este año se prevé un recale mayor que en 2015, cuando el fenómeno atípico se presentó con mayor intensidad.
“Hay que señalar que el recurso es insuficiente para la totalidad del estado y esto viene a coadyuvar con los municipios y los empresarios del sector hotelero y los habitantes de la costa”, expresó.
El recurso que se gestiona es independiente de lo que están invirtiendo los municipios más afectados y la hotelería local para la limpieza de playas, la colecta del sargazo y su depósito.
Entre las zonas mas afectadas se encuentran las playas de Puerto Morelos, Riviera Maya, Tulum, Holbox —donde ha recalado un alga distinta— y destinos de playa en el sur del estado.
“Varía por temporada; aparentemente tenemos mucha afluencia en el sur, en Mahahual, Xcalak y la zona de Puerto Morelos (en la zona norte), pero estamos previendo que prácticamente toda la costa oriental es la que va a estar más afectada.
“Abril y mayo han sido más fuertes que en 2015 y por eso las predicciones son que este año estará más fuerte [el recale]”, detalló.
Los 62 millones de pesos se invertirán para la recolección del sargazo y su depósito, en esta temporada, en sitios ya ubicados, con un manejo que garantice que no habrá afectaciones a ecosistemas paralelos.