Oaxaca de Juárez.— En el estado, la gentrificación alcanzó a las celebraciones locales. Panteones abarrotados de turistas que siguen a guías que explican en inglés, decenas de paquetes que incluyen caracterización facial de calaveras y Catrinas, así como muestras de la gastronomía zapoteca, son algunas de las ofertas que se anuncian en redes sociales para conocer la celebración de.

Los recorridos por los panteones de San Miguel y de Atzompa, así como las muerteadas del Valle Eteco se ofertan desde 800 hasta 2 mil pesos por persona. Algunas agencias de viajes recibieron reservaciones desde principios de octubre; mientras, las familias oaxaqueñas visitan las tumbas de quienes se han ido.

El pasado 27 de octubre se cumplieron nueve meses de la detención de las personas que participaron en la marcha contra la gentrificación, en medio de la crisis del agua y la basura más aguda que ha vivido la capital del estado y los municipios conurbados en los últimos años.

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Las tradiciones locales se han ido perdiendo por la celebración común del Día de Muertos. Foto: Edwin Hernández
Las tradiciones locales se han ido perdiendo por la celebración común del Día de Muertos. Foto: Edwin Hernández

En entrevista con EL UNIVERSAL, Filx Aldaz, activista que sostiene a la comedora comunitaria para migrantes y una de las personas detenidas tras la protesta contra la apropiación cultural, señala que las instituciones respaldan las acciones que propician la gentrificación en Oaxaca, y no sólo es a través del desplazamiento de los habitantes de la zona del centro, sino también con el lingüicidio y la llegada de megaproyectos que explotan las tierras del estado.

“Los centros urbanos están condicionados al blanqueamiento, la apropiación cultural. Para mí, la gentrificación no es solamente la llegada de personas a hacer turismo, sino que es despojo, pero en primer término es el lingüicidio, el desplazamiento de una lengua local”, explica el activista.

Filx es hablante de ajuuk, y asevera que las lenguas originarias y sus variantes fueron desplazadas primero a través de la castellanización, imponiendo al español como lengua hegemónica que marginó a las lenguas originarias.

Agrega que el fenómeno se refleja con el desplazamiento del español por el inglés, derivado del excesivo flujo turístico extranjero en estos últimos años. “Conocer otros territorios es un derecho, pero en Oaxaca el inglés se está imponiendo por encima del castellano, no sólo como cultura o con el alza de precios, sino también económicamente, pues las personas locales ya no tienen cabida, las personas racializadas son criminalizadas por su color de piel, de ojos, su anatomía o sus tatuajes”, apunta.

El activista sostiene que el estado criminaliza y margina a quienes les denuncian, y pone como ejemplo el caso de los manifestantes detenidos en la protesta del 27 de enero pasado, así como el caso de la activista Sandra Domínguez, quien está desaparecida desde el 4 de octubre por denunciar públicamente al coordinador de delegados de paz del gobierno local, Donato Vargas, por ejercer violencia digital contra mujeres mixes, a través de un chat.

En Oaxaca capital se promocionan paquetes turísticos que incluyen caracterización facial, recorridos por panteones y muestras de la gastronomía. Foto: Edwin Hernández
En Oaxaca capital se promocionan paquetes turísticos que incluyen caracterización facial, recorridos por panteones y muestras de la gastronomía. Foto: Edwin Hernández

“La venta del turismo y la cultura es algo promovido por el gobierno. En los pueblos y comunidades no existe la cultura que venden en los recorridos turísticos”, reitera.

Asimismo, señala que al inicio de la administración actual se desalojaron de forma violenta a manifestantes triquis que mantenían una protesta afuera del Palacio de Gobierno.

“Salimos de nuestras comunidades, no por gusto; sin embargo, somos criminalizados (…) cuando intentamos salir a las calles a exigir nuestros derechos, no somos escuchados, por el contrario, nos persiguen y encarcelan”, insiste.

Por su parte, el geógrafo Luis Alberto Salinas Arreortua, investigador del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, explica que “la gentrificación es un proceso de reestructuración de relaciones sociales en el espacio. Hace referencia a que distintos sectores de la población con mayor capacidad económica se apropian de espacios urbanos que presentan ciertas cualidades, por ejemplo, áreas verdes, buena ubicación, equipamiento, infraestructura y zonas culturales que son muy buscadas por el capital inmobiliario”.

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La Secretaría de Turismo (Sectur) Oaxaca estima que la capital registrará durante estas fechas una ocupación hotelera de 78.7%, la llegada de más de 72 mil turistas nacionales e internacionales, así como una derrama económica aproximada a 289 millones de pesos.

Asimismo, la dependencia informó que en las fechas señaladas el estado de Oaxaca recibirá 194 vuelos procedentes de seis destinos nacionales, al igual que de destinos internacionales como Los Ángeles, Houston, Dallas, Calgary, Vancouver y Edmonton.

Además, el activista señala la llegada de mineras y megaproyectos a fin de explotar la mano de obra local y la tierra por siglos, causando graves efectos en la salud, principalmente en la población infantil, a consecuencia del extractivismo, que además encarece la vida, no sólo en la capital, sino también en las comunidades. “Nos están acribillando en nuestros propios territorios”, finaliza.

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