Reynosa.— Óscar Hinojosa Cantú, gerente de la Funeraria Valle de la Paz, guarda desde hace seis meses las cenizas de cuatro haitianos que sus familiares ya no recogieron. Él cree que ya no volverán por ellas, pero igual las guardarán con respeto “el tiempo que sea necesario”.

“Sólo Dios sabe por qué ya no regresaron, tal vez les dieron luz verde en Estados Unidos para pasar. Aquí están las urnas, las conservaremos con mucho respeto, con el amor para ellos, porque la muerte es la única que no discrimina, la muerte es lo único seguro que tenemos todos y en este sentido, respetaremos a estas personas que hoy descansan en paz en nuestras instalaciones”, asegura Hinojosa Cantú.

Dice que son muchos los migrantes de Centro y Sudamérica que llegan hasta él para solicitar un servicio. “Nosotros los atendemos, incluso, les damos precios económicos porque cumplimos con Dios, no con el ser humano. Sabemos la situación por la que atraviesan y los ayudamos con los trámites, porque a veces vienen sin documentos, como actas de nacimiento o identificaciones”.

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Señala que su empresa se comunica con los consulados o embajadas para poder, incluso, llamar a familiares de los difuntos en sus país de origen para que les envíen la documentación necesaria para poderles brindar un funeral digno.

Comenta que las historias de los migrantes son tristes en su mayoría, pues al salir de su país dejan no sólo bienes materiales, sino también familia y amigos para encontrar una mejor calidad de vida.

“Cuando llegan aquí con sus fallecidos, claro que nos cuentan la vida que han tenido, por qué buscan llegar a Estados Unidos. Muchos critican o juzgan lo que han pasado, pero es digno de reconocer que enfrentan muchas adversidades para conseguir un trabajo y recursos económicos para mantener a sus familias. A veces, como en estos casos, dejan la vida en el intento”.

Los migrantes le han relatado lo difícil que es empezar desde cero en países en los que son discriminados, maltratados, asaltados y tratados como personas de segunda clase.

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En el caso de los cuatro haitianos, Hinojosa Cantú dice que se cumplieron los requisitos para que fueran incinerados, pero los familiares no regresaron.

“Los familiares quedaron formalmente de regresar a pagar, pero no lo hicieron. Eso no quiere decir que nosotros los vamos a botar, al contrario, los colocamos en urnas costeadas por nuestra cuenta por el respeto que les tenemos”, asegura.

Hinojosa Cantú agrega que esperarán a que regresen las familias “el tiempo que sea necesario, y pueden tener la seguridad de que las urnas permanecerán aquí hasta que sean reclamados. Tenemos los certificados de defunción, la autorización de cremación, incluso pagamos los impuestos en las dependencias estatales y municipales. Aquí los mantendremos con el respeto que se merecen”.

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