Desde Baja California, nos cuentan que quien se llevó el “oso” de la semana fue el subdirector de Programas Estratégicos del Instituto de la Juventud del estado, Carlos María Zayas Sánchez, pues fue denunciado por una vecina de la colonia Lomas de Abasolo de Mexicali por quererse apropiar a la mala de un terreno. Nos relatan que don Carlos y su familia cercaron un predio sin consentimiento de los dueños y, cuando éstos lo encararon, dijo que era por seguridad, que “sólo cuidaba del lugar para evitar que alguien más se lo apropiara”, aunque, dicho de paso, don Carlos aprovechó para colocar sus cosas. La Secretaría de Honestidad y Función Pública abrió un proceso administrativo. Qué vivillo, ¿no?
Quien anda que no lo calienta ni el sol, nos platican, es el senador Antonio García Conejo (PRD), luego de que la dirigencia del PRD en Michoacán desmintiera a sus personeros de que don Antonio iba a ser el ungido de la alianza para la gubernatura en 2021. Nos detallan que en las cúpulas de ambos partidos no cayó muy bien el intento del senador por ganar el espacio y hasta lo colocaron en el pizarrón de “los incómodos”, pues si bien ya hay pláticas muy avanzadas para buscar al próximo abanderado de esa alianza, todo está aún en el horno cocinándose, porque los perredistas buscan hacer ver (o conservar) su presencia en el estado; por lo que, don Toño, suerte para la próxima.
Y hablando de acelerados, nos comentan que, en Sinaloa, quien jaló las riendas a suspirantes de la candidatura de Morena a gobernador fue la delegada del partido, Carol Berenice Arriaga García. Nos detallan que, ante las autoproclamaciones de senadores como Imelda Castro Castro y Rubén Rocha Moya, y los alcaldes de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro, y de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, doña Berenice dijo que nadie puede presumir que tiene la “bendición altísima” y, en pocas palabras, les pidió no comer ansias, esperar para acreditar que son gente de bien y sin cola que les pisen. A ver si con eso basta o se siguen sumando prospectos.
Desde la perla tapatía, nos platican que, casualmente, después de haber sido acusado de nepotismo por conseguirle trabajo a su hermano en el ayuntamiento de Guadalajara, presentó su renuncia el gerente del cabildo, Alejandro Hermosillo González, quien jura y perjura que no se va por la presión política, sino por “cuestiones muy personales”, ya que pronto será padre por primera vez y quiere dedicarle “tiempo, presencia y cuidados” a su nueva familia; sin embargo, el alcalde Ismael del Toro Castro (MC) ya se deslindó de don Alejandro, además de que sus detractores luego, luego cuestionaron: ¿Qué más razón personal pudo tener, que tener a la familia en la nómina pública? ¡Ouch!