Delicias.— Con dificultades para hablar y acompañado de sus tres hijos, Jaime Torres reapareció ayer tras haber permanecido 15 días hospitalizado debido a la agresión a balazos en la que falleció su esposa, Yessica Silva, y afirmó que fueron víctimas de un ataque directo.

Torres confirmó que los elementos de la Guardia Nacional les dispararon por la espalda y descartó que ellos se hubieran cruzado en el trayecto del convoy de las unidades oficiales o abierto fuego a las mismas.

“Nosotros no estábamos armados”, dijo el viudo, al explicar que, poco antes de la agresión, la Guardia Nacional seguía a un vehículo con la leyenda “Sin agua no hay vida”, misma que identificaba a los productores que participaron en la manifestación de la presa La Boquilla ese mismo día.

“Vimos que las unidades [de la Guardia Nacional] estaban siguiendo a un carro con nuestra leyenda y nos acercamos a ver qué ocurría, y de pronto nos comenzaron a disparar.

“Recuerdo únicamente que sentí la espalda caliente”, señaló el productor, y comentó que, después de la muerte de su esposa, el panorama es complicado y ha sido difícil principalmente por sus hijos, a quienes pudo ver apenas el martes por la noche.

Javier Robledo, abogado y representante legal de Jaime Torres en el caso, informó que el gobierno federal ha intentado llegar a un acuerdo económico para la reparación del daño.

No obstante, esa no es una prioridad para la familia en este momento: “Nuestra gran urgencia y la de todos los ciudadanos es que se haga justicia por el homicidio de Yessica”, explicó.

De igual manera, reconoció que la Federación ha estado pendiente de los gastos hospitalarios en todo momento.

Sin embargo, advirtió que no es el momento de tratar de olvidar lo ocurrido por un monto de dinero, sino que esperan que los elementos de la Guardia Nacional respondan por lo que le hicieron a la familia.

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