Chihuahua.— En el año 2014, Cruz Soto Caraveo y su familia abandonaron la comunidad de Monterde, en el municipio de Guazapares, luego de recibir una serie de amenazas por parte de un grupo de la delincuencia organizada que opera en esa zona de la sierra de Chihuahua.

En octubre de ese año, la delincuencia organizada asesinó a Alejandro, hermano de Cruz Soto, quien era el comisario ejidal de Monterde, por lo que toda la familia abandonó la comunidad.

Según información del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres, en agosto de 2018, Cruz Soto y un grupo de personas desplazadas de El Manzano —comunidad que cuenta con medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos— regresaron a sus viviendas bajo el resguardo de la policía estatal.

Un día después del regreso fue asesinado en el lugar un familiar de la esposa de Cruz Soto, cuyo cuerpo fue localizado con una cartulina en la que venía una amenaza contra el activista. Por ello, Soto Caraveo y su familia se resguardaron en la ciudad de Chihuahua y se le había recomendado no viajar a la zona serrana.

En 2018 participó en una reunión con la Relatora sobre Desplazamiento Forzado Interno de la ONU para exponer la situación de inseguridad que se vive en las comunidades de Guazapares.

En marzo de este año, en el marco de la revisión de las medidas cautelares de la comunidad de El Manzano, Cruz Soto demandó la atención inmediata de las autoridades.

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