Ubicado a 52 kilómetros de Pachuca, el municipio de Francisco I Madero se hizo famoso por ser la cuna de una de las normales rurales más importantes del país y ser el semillero de políticos y líderes sociales de izquierda.
La emblemática normal recibía a sus estudiantes y visitantes con la famosa frase, que por años se mantuvo en la entrada, “Bienvenidos camaradas. Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar el mundo y los estudiantes sean sumisos ante el tirano”.
En este lugar se formaron personajes como el ex gobernador Manuel Sánchez Vite, el exsenador José Guadarrama Márquez y el guerrillero Lucio Cabañas.
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Hoy Francisco I. Madero aún guarda los resabios de la fuerza de los pueblos indígenas, pero menos de 500 personas hablan alguna lengua como el otomí. En este lugar también se tienen grandes carencias sobre todo de acceso a la salud, a los servicios y a la alimentación.
Para sus habitantes lo más importante es que si hay un personaje que resalta a nivel nacional, que no se olvide de su pueblo ni de sus raíces y eso es lo que piden a la precandidata presidencial del Frente Amplio por México.
La cabecera municipal de este municipio es Tepatepec, la tierra que vio nacer a Xóchitl Gálvez.
Hay un dicho que asegura que “nadie es profeta en su tierra” y algunos habitantes de este lugar la cumplen a cabalidad hacia la empresaria Gálvez Ruiz. Llegar a este municipio es adentrarse a uno de los lugares, donde la izquierda camina de la mano con los pobladores.
Richard Cortés es un joven activista, cuenta que la idiosincrasia que tiene su municipio se debe no sólo a la formación magisterial que se tiene, si no también a que desde 1991 ha sido una de los primeros lugares que conoció la alternancia.
Partidos como el PARM, PRD, PRI, Nueva Alianza y PAN han sido parte de la administración municipal. Esto ha dejado en la población una postura crítica, sobre todo hacia las personas que llegan a cargos de poder, como la senadora Xóchitl Gálvez.
Sin embargo, reconocen que el hecho de que haya una ciudadana de este municipio en este nivel es un hecho histórico que puede cambiar el rumbo de Francisco I Madero y que considera difícilmente se podrá volver a repetir.
En 1945 contaron con un diputado federal, Felipe Contreras, quien fue el encargado de construir el palacio municipal, el mercado y la primaria. Gálvez tendría la oportunidad de continuar con un legado similar.
Este municipio forma parte del Valle del Mezquital, la zona centro se conoce como Tepatepec y se conforma por cuatro demarcaciones y dos colonias , el lugar se encuentra pegado a la zona sureste, donde las tierras de cultivo se irrigan con aguas negras por lo que en el trayecto se pueden ver las milpas verdes con cultivos de maíz, alfalfa o legumbres.
También en aquí el campo se llena de jornaleros, entre ellos niños que deben trabajar desde muy chicos.
En el pueblo la vocación de maestros es casi inherente, se estima que hay alrededor de 11 mil docentes en una población total de poco más de 36 mil habitantes.
Los vecinos también se dedican al campo y en los últimos años han explotado uno de sus secretos: la gastronomía.
En el centro se encuentra la presidencia municipal, el jardín principal y a un costado el mercado 31 de mayo, donde Gálvez ha señalado que acudía a dejar sus gelatinas para su venta.
Los que recuerdan bien la historia aseveran que en el mercado aún se encuentra el local que pertenecía a su tío Alberto y que al paso de los años fue heredado por Manuela Ruiz y ahora por uno de sus sobrinos.
Richard señala que actualmente el lugar que se conoce como casa Ruiz, en algún momento de la niñez de Gálvez llegó a recibir las ahora famosas gelatinas. Sin embargo, si la gente quiere acordarse de ver una niña con una canasta con gelatinas eso no sucedió. De niña, Xóchitl llevaba sus gelatinas y su tío se encargaba de la venta, asegura.
En la calle Emiliano Carranza está la vieja casa familiar de los Gálvez Ruíz, pintada de naranja y hoy no está habitada por nadie. Al morir Bertha Ruiz, ama de casa, y el profesor Heladio Gálvez, los padres de Xóchitl y sus hermanos, el el lugar se quedó solo y hoy solo acuden a darle mantenimiento.
En el lugar, los vecinos se dividen entre quienes la apoyan y se sienten orgullosos de que salga una candidata presidencial del pueblo, y los que enfatizan “soy morenista” y temen les quiten su pensión si no votan por el partido en el gobierno.
Los comerciantes que se encuentran a un lado de la casa naranja recuerdan que hasta poco antes de la pandemia, la ahora candidata realizaba una gran posada en diciembre para convivir con sus vecinos.
María es una de ellos y reconoce estar emocionada con la candidata presidencial, porque la conoció a ella y a su familia. “Mi voto será para ella”, asegura. “Es de aquí del pueblo y qué mejor que sea alguien de aquí” .
Los mismo destaca Emanuel Zamudio, quien atiende un comercio a un lado de esta casa. Dice que también conoció a la familia y sabe que es gente trabajadora.
La ingeniera, como también llaman a Xóchitl en el pueblo, salió hace muchos años de aquí. Algunos guardan recuerdos de sus visitas y otros dicen no conocerla más que las noticias.
Para los que están en contra de las aspiraciones de su “paisana”, dicen que en las noticias han escuchado que quiere quitar la pensión a los adultos mayores.
Sin embargo, en este lugar la política no está en primer plano, aquí lo más importante es tener la comida en la mesa.
El saber que Gálvez puede figurar en la boleta emociona a algunos pobladores, pero para otros no tiene mayor relevancia. Pero en lo que sí coincide la mayoría es qué las raíces, la pertenencia y el trabajo es lo más importante para los habitantes de este lugar.
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mahc