Chilpancingo.— La fiscal general del estado, Sandra Luz Valdovinos Salmerón, desistió de su licencia por seis meses y la noche del jueves asumió el cargo nuevamente.
Su primera acción a su regreso fue el despido del vicefiscal de Investigación, Zipacná Jesús Torres Ojeda, quien se había quedado como encargado de despacho de la fiscalía en su ausencia.
El 14 de febrero pasado, Valdovinos Salmerón solicitó licencia para separarse del cargo durante seis meses sin goce de sueldo.
Esa vez, dijo que dejaba el cargo para atender tanto asuntos personales como familiares.
La solicitud de licencia ocurrió justo cuando Chilpancingo se encontraba en una de sus peores crisis de inseguridad y con municipios como Taxco, Iguala, Acapulco, así como la región de la Sierra, con una violencia desatada.
Sin embargo, la licencia nunca fue aprobada por el Congreso del estado de Guerrero.
La noche del jueves, Valdovinos Salmerón —a través de un comunicado— informó que envió un oficio al Congreso de Guerrero notificando del “desistimiento de la referida petición de licencia” y que “seguirá ejerciendo las funciones propias del cargo de fiscal general que me fue conferido”.
“No omito manifestar que a la fecha de la presentación de mi desistimiento no ha recaído ninguna respuesta en sentido afirmativo o negativo por el multicitado Congreso, por lo que considero que no existe impedimento legal alguno para continuar desempeñando de forma ininterrumpida mis funciones como titular de este órgano de procuración de justicia”, mencionó la fiscal.
En un oficio, Valdovinos Salmerón informó que partir del 22 de febrero el encargado de despacho de la fiscalía, Zipacná Jesús Torres Ojeda, deja de tener “cualquier vínculo laboral con esta fiscalía”.
La fiscal asumió el cargo el 28 de diciembre de 2021 por una designación directa de la gobernadora, la morenista Evelyn Salgado Pineda, ante la falta de consenso entre diputados para elegir entre la terna que envió la mandataria. La teniente coronel del Ejército fue una propuesta del gobierno federal.
En la primera etapa de la gestión de Valdovinos Salmerón las quejas de despidos injustificados y de militarizar la corporación fueron permanentes. La fiscal no ha logrado reducir el alto índice de impunidad que impera en Guerrero.