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Dengantzha.— El pasado jueves se escuchó el sonido de la tragedia cuando comenzó el “llamado del riel” — los golpes a un tubo para anunciar que algo pasa—. Pronto se conoció que un derrumbe en la mina de mármol había sepultado a cinco hombres.
Hoy Dengantzha llora a sus muertos; cuatro jóvenes de entre 16 y 22 años. Raúl, el mayor, tenía 38.
Esta pequeña comunidad franqueada por los cerros se encuentra en el municipio de Francisco I. Madero, en el Valle del Mezquital, a unos 60 kilómetros de la capital.
Enormes montañas guardan en las entrañas el mármol y la caliza de los que subsisten sus pobladores. Las minas, unas ejidales y otras conformadas en empresas, son casi la única opción para el sustento de las familias. Como lo era para los siete mineros que ese día trabajan, tres lograron salir con vida y cuatro más quedaron de bajo del derrumbe. Una persona que los visitaba para almorzar también quedó atrapada.
Era el mediodía de un jueves. Timotea, tía de una de las víctimas, escuchó el ruido; era el golpe de 300 toneladas de roca sólida que se habían desprendido del cerro.
Al ruido de las piedras le siguió el sonido del riel, los mineros que habían salido con vida dieron la voz de alerta, entonces todos se enteraron que la mina se había derrumbado. Alberto es el padre de Adrián y junto con sus hermanos se dedicó durante horas a quitar las enormes rocas que habían sepultado a los cuatro mineros y a su fiel amigo Julián, un pastor de 60 años quien siempre los acompañaba a la hora de la comida.
Durante toda la noche ayudaron a quitar las piedras. Y fueron las manos de sus tíos quienes sacaron el cuerpo de Adrián, de 18 años, su cadáver fue el cuarto rescatado.
Rescatan a la quinta víctima. El gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, confirmó el hallazgo del quinto cuerpo de las víctimas del derrumbe de una mina de mármol ubicada en la comunidad de Dengantzha.
A través de su cuenta de Twitter expresó sus condolencias a los deudos y señaló que ha instruido a los diferentes secretarios a ofrecer el apoyo necesario.
El derrumbe de la mina dejó un total de cinco víctimas mortales, cuatro trabajadores y un hombre dedicado al pastoreo de animales.
