Hace unas semanas Rubí festejó sus 16 años en una comida que organizó su padre en su hogar en La Joya a la que sólo convidaron a los hermanos, tíos y primos cercanos. En el verano salió de su tierra hacia la Ciudad de México después de concluir sus estudios de secundaria en la escuela Teodoro Torres Flores, en Villa de Guadalupe, para lanzarse como cantante.
Para este cumpleaños el padre dice que decidió actuar con discreción para evitar una escena como la que vivió en diciembre pasado: “Sí, mire, los 16 ya se los festejé, pero no quise hacer mucho borlote, dije: ‘no se me vaya a hacer lo mismo de la otra vez’, y los hice antes de que los cumpliera. Vinimos, hicimos aquí una fiestecita, con poquitos invitados”.
Como regalo, don Crescencio tiene planeado llevarla de paseo a Dallas, Texas, para que se relaje un poquito porque, explica, está con mucho estrés y mucho trabajo todos los días.
Rubí está echándole ganas a su proyecto musical, preparándose con sus maestras de canto, grabando más temas y estudiando la preparatoria en línea, asegura su papá. Explica que tanto él como doña Elda la apoyan en lo que quiere.
“Yo le digo: ‘mira, mi reina, eso ya pasó [los XV años]; ya ahorita tienes tú que mostrarle a la gente que cantas’. La carrera del artista es muy sufrida”.
Don Crescencio asegura que en su familia todos le están echando ganas, aunque reconoce que a su esposa tampoco le gusta la ciudad, pero nunca va a dejar sola a su hija. “Nada más que ella como mamá sí anda más pegada detrás de ella”.
A mediados de año, Rubí inició su carrera de cantante con el sencillo “Soy aquella” y posteriormente sacó el tema estilo reguetón “No quiero nada” con el que tiene más de un millón 800 vistas en YouTube. Recientemente se presentó en el Teletón de Honduras el pasado 8 y 9 de diciembre, donde la cantante Maribel Guardia le dio su patadita de la suerte.