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San Luis Potosí.— Desde 2010 hasta 2014, cinco mujeres, cuatro de ellas menores de edad, fueron asesinadas por Filiberto “N”, de 52 años, quien fue detenido el 3 julio de 2014 por portar un arma blanca. Está recluido en el penal de máxima seguridad de Gómez Palacio, Durango.
Según los reportes, Filiberto “N” enganchaba a sus alumnas, ya que daba clases de zumba, tae kwon do y catecismo. En cada uno de los casos existía un historial de acoso sexual, las seleccionaba y asechaba para después raptarlas.
Su primera víctima fue Rosa María Sánchez, de 15 años, ella fue raptada el 29 de octubre de 2010. Se presume que Filiberto “N” se ofreció a llevarla a su casa, ella era su alumna por lo que confío en él y subió a la camioneta. Desde ese día no la volvieron a ver. Siete de sus huesos fueron encontrados en 2014 y hasta 2017 se logró su identificación forense.
Después, el 24 de mayo de 2011, Sandra Campuzano denunció el secuestro de su hija Adriana Martínez Campuzano, de 13 años. La adolescente fue raptada cuando iba a la escuela. Para el 7 de junio, la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado emitió un comunicado en el que aseguraba que la niña había huido de casa. El presidente municipal de Tamuín declaró: “No se apure, se fue con el novio”.
Sandra estaba segura de que las autoridades nunca buscaron a su hija, quien fue encontrada sin vida un mes después de ser reportada su desaparición.
El 24 de enero de 2013, Gloria Castillo, madre de Iztel Romany Castillo, de 11 años, comenzó a buscar a su hija. Ella desapareció al salir del catequismo donde Filiberto “N” también daba clases.
Él se ofreció a llevarla a su domicilio, pero primero pasarían a su casa por unas cosas. Al llegar la obligó a entrar, la golpeó, abusó de ella y después le quito la vida. Su cuerpo fue envuelto en una sábana para ser abandonado en un cañaveral.
Un año después, el 11 de abril de 2014, Dulce Jimena Reyes Rodríguez, de nueve años, desapareció. Ella era vecina de Filiberto “N”. Su abuela Adela Reyes Santiago denunció el hecho ante el Ministerio Público. El cuerpo de la niña fue encontrado meses después dentro de una caja de cartón entre los cañaverales.
La última presunta víctima de Filiberto “N” fue Eliehoenai Chávez Rivera, de 32 años. Ella fue vista por última vez el 6 de mayo de 2014 al salir de la maquila. Su madre y su padre denunciaron su desaparición, pero las autoridades les aseguraron que su hija “era una buscona”.
Ante esta respuesta el papá de Eliehoenai empezó a indagar por su cuenta, pidió los videos de vigilancia de la maquila donde ubicó la camioneta de Filiberto “N” y observó cómo siguió a su hija.
La confesión
Todos los datos de los crímenes que cometió Filiberto “N” fueron brindados por él mismo, señaló cuándo, dónde y cómo asesinó a estas cinco mujeres, además de destruir sus pertenencias.
Cuatro días después de ser aprehendido por el delito de portación de arma blanca y de portación de arma de uso exclusivo del Ejército, Filiberto “N” se retractó de su confesión y dijo ser víctima de tortura por parte de los policías. En ese momento el juez pidió una fianza de 56 mil pesos para liberarlo sin tomar en cuenta la confesión y pruebas que lo vinculaban con los feminicidios.
Como su padre no logró conseguir el dinero, Filiberto “N” quedó en prisión preventiva, donde hasta la actualidad se le han concretado tres órdenes de aprehensión y se espera que en los próximos meses se le esté dictando una sentencia.
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