Michoacán.- Fátima cumplió dos de sus más grandes metas: estudiar Ingeniería Aeronáutica y llegar a La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA).
La joven, de 19 años de edad, es originaria del municipio de Santa Ana Maya, Michoacán, lo cual presume en muchas de sus publicaciones de redes sociales.
Fati, como la conocen en su casa, actualmente cursa la carrera de Ingeniería en Aeronáutica, en la Universidad Autónoma de Nuevo León.
A sus 17 años, cuando estudiaba el quinto semestre de preparatoria, Fátima decidió postular a un proyecto al Moon Colonization Program M101 (Programa de Colonización de la Luna), de la NASA.
Fátima contó con el apoyo de su familia y profesores y no se dejó desanimar por las críticas y el bullying.
La joven se llevó el primer lugar entre cientos de postulantes de todo el mundo. El haber sido la mejor le permitió que la NASA le otorgara una beca del 100% para participar en el International Air and Space Program 2022/2023 en el SpaceCamp de la NASA en Huntsville, Alabama.
“Estuve la semana pasada. Mi estancia duró una semana, pero fue una semana sin dormir, porque la verdad fue un gran trabajo el que dimos ahí”.
El proyecto que le abrió las puertas
Fátima explica que su llegada a la NASA fue resultado de haber presentado el proyecto relacionado a la menstruación de las mujeres astronautas en el espacio.
Se trata de un dispositivo con tecnología, integrado a un traje espacial que ayudará a llevar a cabo el proceso natural de la menstruación de las mujeres astronautas en el espacio y la Luna.
Dice que decidió enfocarse hacia las mujeres astronautas, al descubrir que hay muy poca investigación sobre cómo tienen que alterar su periodo menstrual para poder participar en una misión espacial; y escasas propuestas de soluciones.
Cuenta que lo que la motivó fue la experiencia que tuvo Sally Ride, primera mujer de Estados Unidos en ir al espacio, con los 100 tampones que le dieron a minutos de despegar en su primer viaje espacial para una misión de seis días.
La joven michoacana refiere que fue difícil encontrar una solución a esa problemática, debido a que no hay mucha información pública al respecto.
Por eso es que enfatiza, que fueron cruciales, para fundamentar su idea, las opiniones de las personas que entrevistó durante el tiempo de desarrollo de su proyecto.
Fátima dice que su afición por el espacio le fue “contagiado” por su abuelito Mento, un panadero tradicional quien a diario admiraba el manto estelar junto con ella, desde que era niña.
Ese conjunto de inspiraciones, agrega, la ayudaron a decidir qué quería estudiar y en qué sector se quería especializar.
“Y ya después empecé a ver que tenía las habilidades y la capacidad para llegar algún día a la NASA; se me dio la oportunidad de participar en el programa; di todo de mí para poder ganar la competencia en el primer lugar y así es como lo logré”.
Para Fátima, el llegar a donde está no ha sido fácil, pues ha tenido que enfrentar a una cultura machista y comentarios misóginos de personas que la juzgaban solo por el hecho de ser mujer.
“La verdad, ha sido un poco difícil, ya que a las mujeres no se nos da tanta importancia en cuestión de la ingeniería; sin embargo, a pesar de todos los comentarios que he estado recibiendo, he logrado salir adelante. No ha sido fácil, pero sí se puede”, asegura.
Sobre los comentarios misóginos dice que no le afectaron: “por el contrario, me hicieron más fuerte, hasta seguir y conseguir mi objetivo, a pesar de todo lo malo que nos podemos encontrar en el camino”.
Y en ese sentido, le dice a las niñas, adolescentes y jóvenes, “que nunca se rindan y que logren sus sueños, porque así como yo lo logré, muchas mujeres pueden lograr lo mismo o incluso hasta más”.
La joven señala enfática que el tiempo que estuvo ya en su primera estancia en la NASA puso en práctica lo que ahí aprendió, con lo que ya traía de conocimiento en la UANL.
“Uno de los resultados, fue cuando apliqué esos conocimientos para volar una aeronave, ya que nunca había pilotado una y pude realizar mi vuelo con éxito”.
“También pusimos a prueba algunos de los materiales que se utilizan en el espacio exterior y hacer que fueran resistentes a la prueba que nos realizaron”.
Ahora que terminó su estancia en la NASA, Fátima participa en otro proyecto, del que no da detalles porque es confidencial, junto con 60 jóvenes más de diferentes países.
Esta experiencia, asegura, le confirma su inspiración por la aeronáutica, el espacio y la creencia de que en el mundo, todos los seres humanos son iguales.
“A mí lo que me gusta es dejar el mensaje de que en grupo, podemos lograr bien las cosas, porque al final de cuentas somos iguales, hombres y mujeres, de cualquier género y en vez de estar en competencia, el mensaje que a mí me gustaría dar es, unirnos, para lograr grandes cosas”.
“Y para todas las niñas, jóvenes, que desafortunadamente tienen este tipo de comentarios (misóginos y machistas en su contra), lo mejor de todo es no darles importancia; a lo mejor en un futuro este tipo de comentarios van a disminuir, y nosotras, luchar, luchar y luchar contra eso, porque algún día, todos esos sacrificios, van a lograr frutos”, sostuvo la destacada michoacana.
Ahora, Fátima López, piensa en acabar su carrera de ingeniería y posteriormente especializarse en el tema del espacio, para hacer una carrera dentro de la NASA.