Tras la agresión armada que se registró ayer en Santa Cruz Xoxocotlán , en terrenos cercanos a la poligonal de la zona arqueológica de Monte Albán , familias que fueron desplazadas de los parajes Lomas de Quío, Coquito y Los Mangales, se apostaron en las afueras del Palacio de Gobierno de Oaxaca , donde pasaron la noche.

Los afectados afirman que se quedaran a vivir en dicho sitio hasta que el gobierno estatal recupere los predios de los que fueron despojados de manera violenta, en un ataque que dejó al menos una persona asesinada y cinco vehículos incendiados.

Nos vamos a quedar acá, hasta que el gobierno nos dé una respuesta favorable de que podemos recuperar nuestros predios. Aquí llegamos a vivir y lo único que tenemos es esto ”, dice Gerardo Valdés, secretario vecinal del paraje Lomas de Quío.

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Ayer las familias fueron desalojadas de sus viviendas con detonaciones de armas de fuego y posteriormente sus hogares fueron saqueados e incendiados, presuntamente por integrantes del Comisariado de Bienes Ejidales de Santa Cruz Xoxocotlán , encabezado por el presidente de este organismo agrario, Nicolás Reyes Medina.

Durante los hechos violentos Juan Carrillo, una persona de la tercera edad, fue asesinada con disparos de arma de fuego y una más resultó con heridas de bala en el paraje Los Mangales.

Hasta el momento los hechos dejaron el incendio de una indeterminada cantidad de viviendas, cuatro motocicletas, un mototaxi y una camioneta, de acuerdo con el reporte de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca.

La agresión armada ocurrió mientras los habitantes de esta zona de Santa Cruz Xoxocotlán colocaban mallas al poligono de Monte Albán que colinda con los terrenos con lo que mantienen una pugna con las autoridades agrarias de Xoxo.

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Los pobladores responsabilizaron a las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y del Instituto del Patrimonio Cultural de Oaxaca (Inpac) quienes los convocaron "de manera urgente" a colocar una malla en el polígono de Monte Albán, pese a qué sabían que no había condiciones de seguridad.

Esos polígonos de protección están manchados de sangre. El INAH está manchado de sangre porque ellos estuvieron presentes en ese desalojo ”, señaló Gerardo Valdés.

El secretario vecinal también pidió la actuación del gobierno federal. “ Dicen que fue la Guardia Nacional y no supo qué hacer. Ellos sí pueden constatar; incluso ellos fueron agredidos por esos grupos armados ”, asegura.

Consultado por EL UNIVERSAL , el INAH reconoció que se mantienen labores de enmallado en un área de 10 kilómetros, de los cuales ocho ya fueron cercados, lo anterior como forma de protección al patrimonio.

Aseguró que el cierre de la zona arqueológica el día de ayer se debió a cuestiones de seguridad, pero rechazó los señalamientos y aseguró que el instituto no está relacionado con los hechos violentos.

shgm

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