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Nuevo León.-
Luego que presuntamente los dueños del inmueble donde se localizaba el Casino Royale , iniciaron la demolición del edificio que albergaba la casa de apuestas , familiares de las 52 víctimas que perecieron en un incendio provocado por un grupo de la delincuencia organizada , demandaron a los responsables de dichos trabajos, que respeten al menos las cruces del memorial que las familias erigieron en su memoria.
A través de un breve comunicado que publicaron en su página “Atentado Casino Royale”, los familiares de las víctimas del atentado que se registró el 25 de agosto de 2011, expusieron: “Hoy vimos con dolor el comienzo de la demolición de lo que fuera el Casino Royale , donde fallecieron 52 seres humanos”.
Agregaron que el inmueble es el sitio donde la impunidad, la injusticia y el olvido han marcado a Nuevo León, y donde los intereses económicos han sido superiores a la terrible tragedia donde hasta la fecha, ya casi a diez años de la tragedia, siguen en deuda la justicia y memoria.
Foto: Emilio Vasquez, Archivo EL UNIVERSAL
Ante la demolición del edificio, que habría iniciado el miércoles de esta semana, exigieron a los responsables de los trabajos, que respeten las cruces que las familias colocaron en memoria de sus seres queridos, frente al sitio que ocupaba la casa de apuestas , ya que nadie más que ellos “tuvo la valentía de recordarlos dignamente”.
Como se recordará, el 25 de agosto de 2011, según investigaciones policiacas, en represalia porque los dueños se negaban a pagar una “cuota de protección” , integrantes de un grupo de la delincuencia organizada llegaron al casino, rociaron gasolina y prendieron fuego a las instalaciones y dispararon con armas de grueso calibre, provocando que empleados y clientes huyeran hacia el interior del inmueble, para tratar de ponerse a salvo.
Sin embargo, debido a que las llamas se expandieron rápidamente y hubo grandes concentraciones de humo, además de que las puertas de emergencia estaban selladas por los dueños o encargados del edificio, durante el ataque perecieron 52 personas, entre ellas dos mujeres embarazadas.
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om/rdmd