Zacatecas.— En medio del dolor y la incertidumbre, los familiares de los tres migrantes zacatecanos que perdieron la vida en “el tráiler de la muerte”, abandonado en San Antonio, Texas, esperan que pronto repatrien los cuerpos para darles sepultura en su tierra natal, en la comunidad de Estancia de Ánimas en el municipio de Villa González Ortega, Zacatecas.
Las tres tumbas ya esperan a Mayra Beltrán, Francisco Javier Delgado y Fernando Gallegos, quienes hace tres semanas salieron con grandes ilusiones de su pueblo en búsqueda de encontrar una mejor calidad de vida, ya que en este pequeño poblado la pobreza, falta de oportunidades de empleo y la violencia que azota la entidad los obligaron a emigrar para sacar a sus familias adelante.
Con estas tres muertes, han quedado cinco hijos en orfandad y varias familias con un gran dolor, quienes desean que pronto regresen sus cuerpos, porque ya van 15 días desde que ocurrió el hallazgo dentro del tráiler y aún las autoridades migratorias no les han dado ninguna fecha de cuando pudieran repatriar los restos.
Francisco Javier Delgado ya tenía experiencia en cruzar la frontera e ir por temporadas a trabajar a Estados Unidos, quien hace un año regresó, pero al ver que no había oportunidades de trabajo aquí, comenzó a planear su regreso y juntó 10 mil dólares para pagar al coyote.
Cuando Mayra supo que su cuñado ya estaba planeando irse al vecino país del norte, se animó a irse con él, así como otro vecino. Para ambos era la primera vez que intentarían cruzar la frontera, sin imaginar que se iban a encontrar con la muerte.
La mamá de Mayra le decía que no se fuera, porque las cosas estaban muy peligrosas, pero ella consideraba que en su pueblo y en todo Zacatecas las cosas estaban difíciles, así que se animó a buscar el sueño americano, dejando encargadas a sus dos hijas con su hermana y su madre.
A los pocos días que se fueron, los familiares de estos tres migrantes supieron que con el primer coyote tuvieron problemas y que, al parecer, los había detenido la “migra” cerca de la zona fronteriza. Fue cuando los tres decidieron ponerse en contacto con otra persona para continuar con la travesía.
Lo que no sabían las familias era que los iban a cruzar dentro de un tráiler, porque después perdieron contacto con ellos, incluso pensaron que seguían detenidos con las autoridades migratorias y que pronto iban a ser deportados, por ello, cuando supieron por las noticias que había un tráiler con más de 50 migrantes muertos, jamás imaginaron que ahí estaban Mayra, Francisco y Fernando.
Finalmente, tras no tener noticias de ellos, los familiares que tienen en Estados Unidos comenzaron a tratar de obtener información en el consulado mexicano. Primero reconocieron a los dos hombres, y cuando tenían la esperanza de que Mayra siguiera con vida, su padre logró reconocerla por un tatuaje de un infinito que tenía en su cuerpo y al parecer por una gorra que llevaba de su equipo de sóftbol en el que jugaba.
La familia de Mayra menciona que cuando ella partió, su equipo estaba a punto de jugar la final, por eso ya no pudo ver ni participar en los juegos, ni pudo celebrar con su equipo la victoria. Ahora ese equipo planea realizar un homenaje a Mayra Beltrán en la comunidad de Estancia de Ánimas.
Las familias dolientes claman que las autoridades estadounidenses y mexicanas aceleren los procesos para que puedan regresar los cuerpos de Mayra, Francisco y Fernando para darles el último adiós. Con información de Diana Valdez
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