La familia de Wendy Sánchez , desaparecida el pasado 9 de enero cuando viajaba de San Pancho, en Nayarit, a Guadalajara , interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco debido a que sin antes informales, el fiscal del estado, Gerardo Octavio Solís Gómez, declaró públicamente que durante la búsqueda se encontraron restos óseos incinerados que aún no son analizados para determinar si son de la joven.
“Reprobamos que el fiscal general del estado de Jalisco emita ante la opinión pública información tan delicada sin haber tenido antes comunicación con nosotros, la familia, y sin contar con medios probatorios que sustenten que dichos eventos se encuentren relacionados con la desaparición de Wendy”, señaló la familia en un comunicado.
Recordaron que la investigación está a cargo de la Fiscalía de Nayarit debido a que las autoridades de Jalisco la turnaron a esa instancia sin tener pruebas de que la desaparición no ocurrió en territorio jalisciense, lo que retrasó las investigaciones respecto al historial de llamadas de la joven.
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La familia Sánchez Muños también solicitó a la Fiscalía de Nayarit investigar posibles filtraciones de información y sancionar a quien resulte responsable y enfocarse en la búsqueda de Wendy.
Mientras que la Fiscalía de Nayarit concentra la búsqueda de la joven en el municipio de Compostela , donde se registró la última actividad telefónica de Wendy , la Fiscalía de Jalisco realiza acciones de investigación en el municipio de San Sebastián del Oeste, un municipio colindante con Nayarit, pero que implica que la joven hubiera tomado una ruta distinta de la que supuestamente tomó para viajar a Guadalajara .
“Exhortamos a las autoridades a seguir trabajando en la localización de Wendy y no comenzar la construcción de una ‘verdad histórica’ que vaya en contra de los intereses y deseos de la familia Sánchez Muñoz y de la víctima”, indica el comunicado de los familiares.
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