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Trece años después de que Silvia Stephanie Sánchez Viesca Ortiz, conocida como Fanny, desapareció, a la edad de 16 años en Torreón, la familia obtuvo 28 huellas dactilares que posiblemente sean de ella.
Silvia Ortiz, madre de Fanny, platicó que la familia decidió enviar hace ocho meses a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), la mochila escolar que usó por última vez ese 5 de noviembre de 2004, antes de irse a un torneo deportivo. También envío la ropa interior que utilizó ese mismo día.
“Ni a las autoridades ni a mí se nos había ocurrido”, lamentó Ortiz. Hace unos días agentes investigadores les informaron que las huellas dactilares se obtuvieron de una libreta de Fanny. De las 28 marcas obtenidas, sólo dos no son muy visibles.
La madre, quien también encabeza el grupo Vida que busca a familiares desaparecidos, refirió que la noticia genera mucha esperanza porque no se tenían esos datos de su hija por ser menor de edad. Con las posibles huellas dactilares, agregó Ortiz, se generará una nueva búsqueda, una investigación diferente.
“Se tendrá que hacer una búsqueda en el INE [Instituto Nacional Electoral], en los NN (No identificados), en Relaciones Exteriores en dado caso que la hayan sacado con pasaporte. Implica extender la búsqueda”, explicó Ortiz.
Asimismo, añadió que en México hay cerca de 25 mil huellas de personas fallecidas que no fueron identificadas. En caso de que su hija esté viva, dijo, lo más probable es que la hayan sacado del país.
La última vez. Aquella tarde de noviembre Fanny llegó a su casa, dejó la mochila de la escuela y se vistió con una pantalonera. Regresaba del torneo deportivo e iba a entregar un
discman a casa de un amigo, cuando tres tipos se bajaron de una camioneta y la treparon contra su voluntad. Fue la última vez que alguien la vio en la esquina de la calle Matamoros y Carmen Salinas de esta ciudad.
“Falta corroborar que sean del mismo sujeto, en este caso de mi hija, que sean de la misma persona. Por protocolo se envía a la Comisión Nacional de Seguridad donde se están generando las bases de datos”, comentó la mujer.
Sobre la ropa interior, Ortiz refirió que la mandó a un laboratorio de ADN, donde ya arrojaron algunos marcadores. También le pidieron los dientes de cuando su hija era bebé a fin de fortalecer los marcadores y crear un perfil genético más completo de Fanny.
“Es un parteaguas. Es mucha esperanza, esto nos generó mucha alegría. Significa seguir abriendo la búsqueda y no rendirse”, insistió.