San José.— Por el impacto económico de la actividad delictiva generalizada, el Triángulo Norte de Centroamérica paga al año una factura de 7% del Producto Interno Bruto (PIB) en Guatemala y de 16% en Honduras y El Salvador, que le consolida como la principal fuente de la migración irregular a México y Estados Unidos, advirtió un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La criminalidad provoca el aumento de la migración, el cierre de empresas, la falta de oportunidades de empleo, el incremento de los costos productivos y los pagos en servicios de seguridad, precisó el reporte, emitido en coincidencia con las nuevas caravanas de migrantes irregulares centroamericanos que salieron esta semana de Honduras.
“La delincuencia y la corrupción superan al empleo y otros desafíos económicos (por ejemplo, la desigualdad del ingreso) como los problemas más apremiantes en el Triángulo Norte. El tráfico de drogas, la disponibilidad de armas de fuego y la violencia juvenil suelen citarse como causas de estos altos niveles de delincuencia”, recalcó, basado en estudios internacionales de opinión pública.
El estudio del FMI llegó, entre otras cosas, a la conclusión de que la delincuencia tiene costos directos e indirectos. La reducción de las oportunidades de empleo, por ejemplo, genera emigración y corrupción.