León.— En Guanajuato es frecuente toparse en espacios públicos y entre vecinos con personas jóvenes, adultas y ancianas que se quedaron en accidentes, peleas o por enfermedades, sobre todo diabetes, con un impacto en su vida por dificultades para comer, distorsiones en su voz y daño emocional, que en algunos casos las lleva a ocultar la boca.

Hace una década Rosario García, de 59 años, se quedó sin dientes; uno a uno se desprendieron hasta perderlos por completo. “Me quedé chimuela por la azúcar”, dice en alusión a la diabetes que padece.

Señala que para ella es imposible “comprarse unos dientes postizos”. “¿Y qué hago? ¡Para todo se necesita dinero!”, se lamenta.

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ignacia Sánchez comenzó a perder los dientes a los 35 años; no le gusta la placa porque “parece de muerto”. Foto: Xóchitl Álvarez / EL UNIVERSAL
ignacia Sánchez comenzó a perder los dientes a los 35 años; no le gusta la placa porque “parece de muerto”. Foto: Xóchitl Álvarez / EL UNIVERSAL

En el Seguro Social lleva un control por la diabetes con medicamentos, pero ahí, comenta, no hacen ni ponen placas dentales a los pacientes. “No hubiera tanta gente así”, dice con su mano en la barbilla.

La mujer está a cargo de su casa y del cuidado de dos de sus cinco nietos, en apoyo de una hija y de su nuera, ambas empleadas de comercios. Su esposo es guardia privado en un fraccionamiento, en donde le pagan el salario mínimo.

A doña Chayo, como la conocen sus vecinas en el fraccionamiento Villas de San Juan, de 1.54 metros de estatura y con un peso de 51 kilos, se le dificulta comer alimentos como bistec, manzanas o bolillo, por ello los evita, aunque eso le trajo otro problema: hace unos días en análisis clínicos le diagnosticaron anemia.

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“Ya me tocaba”

Ignacia Sánchez recuerda que a los 35 años se le comenzó a desprender su dentadura natural hasta quedarse en cero. En el Seguro Social le dijeron que eso le pasó por falta de calcio; 30 años después, advierte que su única opción es seguir igual. “Ya tocaba que se me cayeran”, se conforma.

Después de tanto tiempo, platica, las personas con las que trata se acostumbraron a verla, aunque por esa situación su apariencia es de una persona mayor.

Vecina de la colonia Delta, al poniente de León, describe que en una ocasión le colocaron una prótesis dental que se caía, le provocaba vómito y que “tronaba como matraca”.

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“No me gusta la placa porque parecen dientes de muertos, suenan bien feo cuando pegan los de arriba y los de abajo, a mí me daba asco”, comenta la mujer que ocupa su tiempo en las actividades del hogar, a cuidar una nieta y un bisnieto.

“Fue por descuido”

A sus 75 años, Justino Flores, mecánico automotriz, conserva cuatro dientes en la encía inferior; los demás, dice, se acabaron, unos por descuido y otros “por viejo”.

Platica que “hace 20 años empezó a caerse uno y luego otro y luego otro por falta de cuidado. Ya ves que a veces no se lava uno los dientes y ahí fue donde empezó”.

En su taller comenta que, a diferencia de otras personas, ni le avergüenza su condición y jamás hizo el intento de ponerse dientes postizos, y en eso influyó un problema de alcoholismo que tuvo años después de alcanzar la edad adulta.

Menciona que ahora que está viejo al hablar se le oye un silbidito, además de que resiente problemas serios de salud “por flaco”, con un peso que no llega a los 44 kilos.

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“Lo que pasa es que lo único que no puedo comer son cacahuates, pozole, ni comida dura; tarda uno bien harto para estarle 'dele y dele' con las encías, y se va el hambre”, dice el mecánico conocido como El 30.

De 54 kilos que pesaba hace unos años, “por no comer bajé hasta los 38, 39, de modo que en el doctor me decían: 'Si baja otro kilo, ya no lo vamos a poder curar, ni para que le ande buscando'. Y les digo: '¿Y luego Chuyito (Dios) para qué está?'”.

Admite que fumar cigarro le ocasionó problemas de respiración por EPOC, por lo que llega a ocupar oxígeno, y ese hábito al tabaco derivó en afectaciones a su boca y pérdida de apetito.

Servicio dental

Raúl, técnico dental al igual que su padre, comenta que el edentulismo o pérdida parcial o total de los dientes se presenta en niños por caídas, en jóvenes por accidentes o riñas, en personas adultas por diabetes mellitus o diversas patologías bucales.

En el taller de prótesis y consultorio familiar, ubicado en la colonia Santa Clara, los clientes cuentan que los dientes se les caen solos por golpes intencionales, en accidentes o en peleas. “Unas personas llegan con fragmentos, pérdida de piezas frontales o pérdida total”.

Algunos concluyen el servicio, otros lo dejan pendiente por falta de recursos económicos. “Dicen: ‘si voy al dentista me cobra bien caro’, entonces es por eso por lo que no se los ponen. Otros lo posponen por desidia y al paso del tiempo es mayor el daño”. El experto resalta que la higiene bucodental es esencial en la salud integral y calidad de vida, pues las enfermedades repercuten en la salud mental y física.

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Sus clientes le piden celeridad en la elaboración de sus dentaduras pues dicen que “les da vergüenza andar chimuelos”, y hay hombres y mujeres que dicen que estar sin dientes los hace ver de más edad. “Ellos cuidan su imagen”, remata.

Comenta que, si a una persona le falta un diente y no se lo pone, las demás piezas dentales se van recorriendo y van haciendo espacios, y se les empiezan a caer otros.

Políticas públicas

El diputado federal Éctor Jaime Ramírez Barba, señala que es crucial la inclusión de servicios de prótesis dentales y tratamientos restaurativos en los programas de salud pública para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.

En las políticas públicas y en el presupuesto debe integrarse servicios que impliquen la colocación de implantes, la endodoncia, parodoncia y sustitución de dientes, que en la actualidad no se dan, y para recibirlos se debe acudir al sector privado, que no tiene para pagar.

Ahora las instituciones públicas y de seguridad social en México ofrecen servicios de salud bucal dirigidos a la prevención, diagnóstico y tratamientos básicos de enfermedades dentales, como limpieza, extracciones simples, relleno, obturaciones y tratamientos contra las caries, expone el exsecretario de Salud en Guanajuato.

El hecho de que una persona no tenga dientes tiene impacto en su salud física y emocional, y en los casos de adultos mayores llega a ser un factor de desnutrición que puede derivar en la muerte.

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“Por supuesto les afecta la salud dental la autoestima, hay gente que se tapa la boca para hablar, le apena, le avergüenza; hay gente que se retrae ante esos temas”.

Ramírez Barba, secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, señala que la salud bucal es todo un tema en cualquier lugar del país en lugares más complejos, como en las zonas indígenas.

Con base en estudios realizados en el país, aproximadamente 40% de los adultos mayores de 60 años presentan edentulismo total, por factores que incluyen la falta de acceso a servicios de salud dental, prácticas de higiene oral inadecuadas y limitaciones económicas para el cuidado dental preventivo y curativo.

La senadora Xóchitl Gálvez, en un encuentro con la gobernadora electa, Libia Dennise García Muñoz Ledo, comentó que se había impresionado en Guanajuato por la cantidad de gente que no tiene dientes, y también se percató de eso en otras entidades del país en su campaña presidencial y le pidió que trabajara en el tema de la salud dental.

Sistema de salud

La Secretaría de Salud de Guanajuato no tiene cifras propias de las personas con edentulismo total en la entidad, ni proporcionó información requerida por EL UNIVERSAL sobre registros de adultos mayores fallecidos por desnutrición.

En una ficha, la Secretaría de Salud de Guanajuato indicó que después de la Ciudad de México, Guanajuato ocupa el segundo lugar nacional en atenciones bucales para la población, de acuerdo con el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Patologías Bucales (Sivepab).

La institución cuenta con un censo de 304 odontólogos adscritos al Sistema de Salud Gto en 162 unidades funcionando en los tres turnos, distribuidos en 46 municipios del estado, de acuerdo con la regionalización operativa vigente.

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Según el Sivepab, cuatro de cada 10 adultos mayores no tienen una boca funcional que le permita hablar y comer adecuadamente, y sólo cuatro de cada 10 pacientes que acuden a los servicios de salud tienen óptima salud bucal, sin caries , enfermedad periodontal o edentulismo.

“El papel que realiza el personal odontológico de la Secretaría de Salud de Guanajuato es preservar la salud bucal en la población, realizando actividades para el fomento, prevención y atención de las patologías bucales; además de contribuir a mejorar la salud general, con un incremento en la calidad de vida en la persona”, dice Ramírez Barba.

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