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Oaxaca de Juárez.- Por más de tres meses, Eloísa se empeñó en tratarse un tumor en el vientre que le arrebató un buen estado de salud. El pasado 15 de noviembre tras una larga y dolorosa estancia en la cama 129 del Hospital General de Zona del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Salina Cruz , Oaxaca, la mujer dio su último suspiro.
El hospital de Salina Cruz, número 2 del IMSS, fue el último que visitó doña Eloísa Cruz Hernández en busca de atención médica por complicaciones de una primera cirugía realizada en el Hospital General de Subzona con Medicina Familiar número 41 , de Santa María Huatulco.
Con una ola de sentimientos por el fallecimiento de su esposa, don Darío Peralta Robles denuncia ante EL UNIVERSAL la desatención, tratos inhumanos y presunta negligencia médica que sufrió la mujer durante el tratamiento de un tumor en el vientre y una mala cirugía que le reventó una arteria de la vejiga.
El pasado 6 de septiembre, Eloísa Cruz, de 56 años de edad, fue intervenida quirúrgicamente para extraerle un tumor del vientre, del cual nunca se notificó que fuera producto de un cáncer, relata el hombre.
A la fecha de operación le anteceden dos citas quirúrgicas suspendidas por falta de quirófano, señala.
“El tejido se encontraba en un litro de sangre, me indicaron los médicos”, describe. Horas después de la cirugía, sin mayores explicaciones, los médicos reconocieron ante don Darío que en la operación le “rompieron la vejiga” a la paciente, por eso le colocaron sondas.
Foto: Especial
Tres días después fue enviada a la capital del estado para la instalación de un catéter para el buen funcionamiento de la vejiga. “Me dijeron que veían muy mal a mi esposa”, dice el hombre. Doña Eloísa estuvo cinco días hospitalizada y regresó a casa.
A pesar de la segunda intervención, la mujer continúo con dolores y su estado de salud empeoró. En busca de una cita médica en Salina Cruz, a donde personal del IMSS en la capital le recomendaron acudir, la mujer fue internada por el delicado estado en el que se encontraba.
El diagnóstico que le indicaron fue que el catéter se había movido, lo que le pudo ocasionar inflamación. Sin recordar el nombre de los médicos, el viudo cuenta que quien recibió a su esposa salió de vacaciones a los pocos días de ingresada y nunca le volvieron a asignar otro médico.
Don Darío dice que buscó ante la dirección del nosocomio el traslado de su esposa a la capital para mayor atención, pero recibió negativas del personal. Primero le indicaron que “Oaxaca no se haría responsable” y después, fue imposible localizar al personal correspondiente para los trámites.
El padre de familia, de dos hijos, apunta que después los médicos indicaron que “parecía” que su esposa tenía otros dos tumores, sin que se realizaran los procedimientos médicos para mejorar su estado de salud.
“Ellos me la mataron”, dice Darío con dolor; “Ahorita soy yo, es mi familia, pero pueden ser muchos más los afectados, por eso alzo la voz buscando justicia”, apunta el hombre, quien interpondrá la denuncia en próximos días ante la Fiscalía General del Estado.
El acta de defunción de Eloísa, expedida por la Secretaría de Salud , indica que falleció por oclusión intestinal y tumoración retroperitoneal y que el lapso entre el inicio del tratamiento a su muerte fue de dos días y dos meses, respectivamente, a cada padecimiento.
afcl