01 de marzo/ Cancún, Q. Roo.-
Falta de información, garantizar el menor impacto ambiental y la obligatoriedad de incluir a las comunidades indígenas fueron algunas de las principales preocupaciones expuestas este viernes durante un foro en torno al proyecto del Tren Maya, celebrado en la Universidad del Caribe (Unicaribe) y convocado por el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur).
Entre las inquietudes los participantes también se mencionaron la migración, ante la detonante de empleos en la construcción que traerá el Tren y su componente inmobiliario; el aumento de asentamientos irregulares, de gente que se quedará a vivir en los nuevos poblados de apoyo; el efecto en los ejidos; el reacomodo de familias, la movilidad de los jóvenes, la presión para la dotación de servicios, como agua, drenaje, alumbrado, vivienda, hospitales, escuelas.
La seguridad, la movilización del crimen organizado, en sus vertientes de tráfico de drogas y trata de personas; la especulación inmobiliaria; la tenencia de la tierra, la cohesión social, la inclusión de comunidades marginadas; la colocación de pasos de fauna, pasando por la carencia de estudios, quién los hará, a qué costos y bajo qué reglas, fueron tan sólo algunos de los temas de mayor preocupación expuestos en las mesas de trabajo.
Los participantes también cuestionaron la capacidad del Fonatur para sacar adelante este proyecto, habiendo fracasado en la concreción de la Escalera Náutica y de Malecón Tajamar.
El foro, es el primero de seis, que se realizarán en Quintana Roo para acercar a la comunidad y a sus sectores -académicos, sociales, culturales, ambientales, económicos y turísticos- hacia el megaproyecto y conocer sus observaciones y preocupaciones.
Este esquema fue pensado por el coordinador del proyecto en Quintana Roo, Pablo Careaga Córdova y su equipo de trabajo, pero se replicará en los otros cuatro estados que involucran al Tren Maya.
La presentación, a nivel muy general, estuvo a cargo de Careaga Córdova, quien expuso los detalles ya conocidos del proyecto: Que conectará a los estados de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, a través de mil 500 kilómetros de vías férreas; que será de pasajeros y de carga; que incluye el desarrollo de poblados de apoyo o eco-comunidades en Calakmul, Campeche; y que echará mano de los Fideicomisos de Inversión y Bienes Raíces (FIBRAs) por ejemplo.
Después de responder diversas preguntas y cuestionamientos de las y los asistentes, se instalaron cinco mesas de trabajo: La ambiental -la más nutrida, con 22 participantes-; la económica, con 18; la social, con 15; la cultural, con 20; y la turística, con 15, que al término de dos horas, presentaron sus resultados preliminares, en torno a dos ejes: Las preocupaciones y las soluciones o áreas de oportunidad.
Entre las inquietudes y problemáticas, se detectó la falta de información, al coincidir en que el proyecto no es claro; que se carece de fechas y cronogramas que establezcan las etapas de su desarrollo y de los estudios previos para sustentar la obra, entre ellos, el estudio de impacto ambiental.
Tampoco existe -se dijo- una definición sobre los segmentos de mercado, ni estudios de mercado que sustenten que los turistas responderán positivamente a este tipo de oferta. Faltan además, estudios de capacidad de carga, de impacto del turismo nacional e internacional; las consecuencias que tendrá el tren como detonador de nuevos centros de población e incluso de nuevos centros turísticos.
Se desconoce aún el impacto en la estancia media y en la derrama económica y no hay estudios de límite de carga aceptable para sitios aledaños a las Áreas Naturales Protegidas.
De la misma manera se cuestionó que, si el tren es turístico, de pasajeros y de carga, cuál será su logística y por qué no será un tren de alta velocidad; otra inquietud es cómo, tan sólo en Quintana Roo, se homogeneizará el estándar de servicios, que es más alto en la zona norte, que en la zona sur.
Además preocupa, que el proyecto sólo esté orientado al turismo, sin beneficiar y elevar la calidad de vida de la población local.
Otra observación fue el tema del ordenamiento turístico y urbano de los destinos que tocará el Tren, pues se requiere atender las inquietudes de sobredensificación de estos y la gentrificación de las áreas cercanas a las estaciones que serán onstaladas.
Incluso, se comentó que habrá que revisar los Programas de Desarrollo Urbano y los Programas de Ordenamiento Ecológico Locales (Poels), para saber si alguno de ellos establece reestricciones que impidan concretar el tren.
Sobre la importancia de la inclusión social, se indicó que ésta sigue siendo institucional, pues no nace de las comunidades. No obstante, también se resaltó que existe apertura a la participación ciudadana y que se observa la oportunidad de incidir en el proyecto.
Los siguientes foros se realizarán en la Universidad Tecnológica, de la Riviera Maya, agrupando a los sectores de los municipios de Solidaridad y Tulum; en el Tecnológico del municipio de Felipe Carrillo Puerto; en la Universidad Politécnica de Bacalar, en la Universidad de Quintana Roo (UQROO), en Chetumal y en la Universidad Intercultural Maya, en José María Morelos.