La Universidad Autónoma de Nayarit se quedó sin dinero para pagar salarios y prestaciones a sus trabajadores, por lo que las autoridades universitarias convocaron a una marcha ayer, desde la explanada de la Rectoría hasta Palacio de Gobierno, para presionar a las autoridades federales y estatales y conseguir los 359 millones de pesos que se requieren para cerrar el año.
A finales de octubre Ignacio Peña, rector de la UAN, firmó un desplegado junto con sus homólogos de las universidades públicas de Zacatecas, Michoacán, Morelos y Oaxaca para solicitar al presidente Enrique Peña Nieto recursos extraordinarios o deberían declararse “insolventes económicamente”.
El recurso solicitado no ha llegado y en el caso de Nayarit, explicó el rector durante una sesión del Consejo General Universitario, esto implica no poder continuar operando de manera normal.
Peña Nieto señaló que desde el año 2007 la UAN fue detectada por la Secretaría de Educación Pública (SEP) como una institución con “debilidad financiera” y se implementó un programa de saneamiento financiero y atención a problemas estructurales que no resolvió los problemas.
En su opinión, las causas de esta crisis que se arrastra desde hace una década, fueron la contratación de personal sin reconocimiento presupuestal, el déficit del fondo de pensiones, falta del subsidio estatal a la UAN durante 18 meses entre 2010 y 2011, la carencia de ajustes necesarios en la estructura del gasto, el financiamiento de programas de desarrollo académico sin el presupuesto respectivo y los altos pasivos con entidades del sector público.