Cuernavaca.- Familiares de las víctimas de la masacre en Cuernavaca reprendieron a los dirigentes nacional y estatal del Partido Encuentro Solidario (PES), Hugo Éric Flores y Jorge Argüelles, respectivamente, así como el fiscal estatal Uriel Carmona Gándara por declarar que los jóvenes ultimados en un velorio tenían vínculos con el crimen organizado.
“Ahí no había ningún delincuente, ni criminales, no queremos que esto se confunda. No fue un enfrentamiento, fue una masacre, un acto terrorista por la manera como acribillaron a nuestros hijos. Les dieron cantidad de balazos de manera indiscriminada donde ellos no se lo merecían, solo querían despedirse de su amigo”, dijo Daniel Jiménez, padre de Daniel, asesinado en el ataque.
En conferencia de prensa declararon que este hecho violento no tiene ninguna relación con integrantes del crimen organizado porque las víctimas eran hijos de familia, algunos padres de familia, otros trabajaban y otros eran deportistas, pero todos estaban buscando un futuro brillante dentro de la sociedad.
El encuentro con los medios de comunicación ocurrió a ocho días de la masacre en la calle Lázaro Cárdenas de la colonia Antonio Barona, donde un grupo armado disparó contra vecinos que acompañaban el velorio de un menor de edad. Esa noche murieron ocho jóvenes y otras 14 personas resultaron lesionados por disparos de arma de fuego.
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Los familiares de las víctimas acentuaron su protesta porque, dijeron, el fiscal Uriel Carmona, el diputado federal del PES, Argüelles Victorero y el actual superdelegado en Morelos, Hugo Éric Flores, declararon que tenían identificados a las víctimas como narcomenudistas de la colonia, lo que en opinión de los paterfamilias mancha la imagen de sus hijos y ahora exigen una aclaración sobre esos dichos.
“Que nos digan dónde tienen ubicados los nombres de nuestros hijos como pertenecientes al crimen organizado. Las tres personas a las que exijo son Jorge Argüelles, Hugo Éric Flores y el fiscal Uriel Carmona Gándara. Queremos que los tres tengan un poco de tacto antes de hablar y dirigirse a la prensa. Nuestros hijos no merecen ser manchados”, precisaron.
A los tres les pidieron una disculpa pública para resarcir el daño que provocaron a la imagen de sus hijos con las declaraciones que realizaron.
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Informaron que entre las víctimas de la masacre hay una mujer que dejó tres hijos, el mayor tiene seis años y eso cancela cualquier posibilidad de que estuviera involucrada con la delincuencia, por eso exigieron una investigación exhaustiva antes de declarar a la prensa.
Más adelante entreveraron que los responsables de la delincuencia en la Antonio Barona es gente que viene de afuera, no pertenece a la colonia y tampoco le importa la seguridad de los vecinos sino que al contrario vienen y la rompen.
Así que insistieron en deslindar la masacre con cualquier acto relacionado con el crimen organizado.
“Nosotros no buscamos problemas, queremos que el nombre de nuestros hijos quede limpio, libre de cualquier relación con lo que ellos mencionaron. Nos encantaría una disculpa pública y un acercamiento con nosotros para una explicación de eso que dijeron”, pidieron a los servidores públicos.
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