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Salvatierra.— Habitantes del municipio de Salvatierra, Guanajuato, se volcaron a las calles para exigir justicia para sus víctimas de la violencia e implorar paz, a tres días de que 11 jóvenes fueran asesinados a tiros a manos de un grupo armado, que dejó también 14 lesionados.
Los habitantes se reunieron en el jardín principal y recorrieron la calle principal, hasta llegar a la explanada del Carmen.
Los asistentes a la manifestación sin precedente iban vestidos de blanco, con pancartas y veladoras, para pronunciarse en contra de la violencia y en favor de la paz.
Apenas caía el día y ya se sentían las bajas temperaturas en este municipio, que hace unos días vio morir a 11 jóvenes asesinados a balazos por un grupo criminal. “Fueron siete armas largas con las que mataron a los muchachos, dicen las autoridades, pero aquí estamos decenas de corazones para blindar a Salvatierra”, advierte Joaquín.
El señor de avanzada edad sostiene que el mensaje principal es “que haya justicia, paz y un grito de reclamo a quienes quieren hacer de este municipio un cementerio.
“Que sepan que seguimos de pie. Que no nos van a matar y que nuestras víctimas no morirán porque todo el pueblo somos una gran familia, de la que también son parte”.
La concentración de habitantes fue resguardada por personal de la Policía Municipal, la única corporación que se ha hecho cargo de la seguridad de Salvatierra.
A la marcha en silencio asistieron decenas de personas, entre ellos familiares de las víctimas, que, en conjunto, colocaron sus veladoras al pie del árbol navideño que fue apagado por el ayuntamiento, en señal de luto.
Además de hacer de ese lugar un altar en memoria de las víctimas, los asistentes lanzaron globos que pintaron el cielo de blanco, seguido de una serie de aplausos.
Entre los asistentes estaba Luis Rogelio Almanza Murillo, papá de Galileo Almanza Lezama, uno de los jóvenes asesinados.
Luis Rogelio aseguró que Salvatierra está a dos fuegos y prueba de ello es lo que ocurrió con su hijo y 10 jóvenes más, pues han quedado entre las operaciones del crimen organizado y la omisión de las autoridades por frenar la violencia. “Mejor que nos protejan las autoridades; que nos den resultados y aquí seguiremos en Salvatierra. No tenemos por qué huir”, sostuvo.
El padre de familia indicó que, a pesar de lo que ha ocurrido, tiene la confianza en que las autoridades estatales les den buenos resultados. “Ya más o menos saben quiénes fueron y ya tienen la pista. Nunca se había visto esto en Salvatierra y esperemos que las autoridades nos apoyen para esclarecer este hecho”, dijo.
La profesora Claudia Velázquez Cardiel consideró que la delincuencia no es exclusiva de Guanajuato y criticó que el presidente Andrés Manuel López Obrador afirme que Salvatierra y el estado son un caso especial. “No somos un caso especial. Todo México vive la misma delincuencia y Salvatierra va a estar de pie, porque la gente buena es más grande que cualquier político”, enfatizó.
Luego de varios minutos, finalmente los asistentes a la marcha en silencio por la paz hicieron un pase de lista de las víctimas y una vez más exigieron justicia.
Despiden a últimas víctimas
Horas antes de la marcha fueron sepultadas las últimas dos víctimas de las 11 asesinadas el pasado domingo dentro de la exhacienda de San José del Carmen.
Héctor Almaraz era el más joven de las 11 víctimas del domingo. Apenas tenía 16 años de edad y ese día acudió a disfrutar de la primera posada decembrina. Entre aplausos, llanto, cohetones y música de banda, familiares y amigos dieron ayer el último adiós al estudiante de preparatoria.
La otra víctima que faltaba de ser sepultada era Macarena Becerril, una joven estudiante de 25 años de edad. Por seguridad, el cuerpo de Macarena fue velado de forma privada en una funeraria de la ciudad de Celaya.