Más Información
Culiacán.— Las denuncias de hostigamiento y acoso sexual, exhibidas en los “tendederos” colocados por alumnas en las escuelas de bachillerato deben ser investigadas de oficio por tratarse, en algunos casos, de menores de edad, instaron activistas defensoras de de los derechos de las mujeres.
Sobre los casos exhibidos en la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) , indicaron que la casa de estudios dispone de un reglamento interno en el que se define las acciones a tomar en estos casos.
Consuelo Gutiérrez Gutiérrez, del Colectivo de Mujeres Activas de Sinaloa, explicó que en el caso de la UAS las autoridades no pueden eludir su responsabilidad de actuar, desde fijar una amonestación o destituir a los docentes o administrativos que se les compruebe actitudes deshonestas.
Lo más grave es que en forma reciente, en escuelas de bachillerato de esa casa de estudios han proliferado los tendederos del acoso sexual, la misoginia y el hostigamiento, cuyas denunciantes, se presume, en algunos casos son menores de edad, cuya protección cae dentro de diversas competencias.
Gutiérrez Gutiérrez aplaudió que en dos instituciones de educación superior ya se puso la muestra y ocho catedráticos fueron removidos de sus puestos académicos y se encuentran sujetos a una investigación judicial.
La activista de equidad de género manifestó que el Sistema Estatal de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolecentes debe intervenir en las escuelas de bachillerato, donde se han colocado “tendederos” para cotejar las edades de las denunciantes y protegerlas.
Citó que ya se presentaron dos casos, en los que las alumnas, acompañadas de sus padres han confrontado a los maestros que las acosan, denuncias que ameritaron en la Universidad Autónoma Indígena de México, la suspensión de algunos docentes.
Se conoce que las familias de las jóvenes estudiantes ya interpusieron quejas ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y denuncias ante la Fiscalía General del Estado para que se actué contra los responsables del acoso sexual.
Las denuncias de casos de acoso, hostigamientos o discriminación se han multiplicado en escuelas a nivel preparatoria y universidades en varios estados del país.
Este tipo de expresiones son un reclamo anónimo ante la ineficiencia de las autoridades por indagarlos, indicó la semana pasada la investigadora universitaria, Aleida Hernández Cervantes.
La integrante del Centro de Investigación Interdisciplinario de Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que cada institución educativa e incluso en las empresas, deben adoptar protocolos de actuación.
Hernández Cervantes observó que se entiende que en las universidades e instituciones de enseñanza superior se tiene protocolos para investigar y sancionar al personal docente y administrativos que incurran en el hostigamiento y el acoso sexual.
