San Luis Potosí.— Es el primer día de febrero y un clima contrastante dificulta el camino de los que sueñan. Por las mañanas el frío entumece las articulaciones, en cambio, cuando el sol se eleva el extenuante calor agota. Así es como llegan a San Luis Potosí los centroamericanos de la primera caravana migrante de 2019. Este es el punto medio del viaje.

Kevin —como pide ser llamado— es uno de los casi 2 mil viajeros provenientes de Honduras, El Salvador y Guatemala, que buscan llegar a Estados Unidos. Mientras descansa, para mejorar su salud y seguir su camino, cuenta a EL UNIVERSAL que se siente aliviado, porque al menos temporalmente no tendrá que pasar la fría noche a la intemperie. El sueño americano le comienza a pasar factura.

En su último reporte de ayer, autoridades locales informaron que hasta las 8:30 de la noche eran unos mil 640 migrantes quienes ya estaban instalados en el albergue que se habilitó en las instalaciones de la Feria Nacional Potosina. El contingente de centroamericanos arribó a San Luis proveniente de Querétaro, la mayoría llegó gracias al apoyo que algunos transportistas les brindaron.

En total, se trata de un grupo de mil 200 hombres, 400 mujeres y más de 300 niños. Al menos 420 de ellos presentaron problemas de salud por malestares estomacales o padecimientos asociados al intenso frío que han enfrentado en su trayecto.

Con el cansancio en el rostro, Kevin explica que es uno de los 420: tiene dolor de cabeza y de garganta. Su nariz está irritada y experimenta dolor en los ojos a causa —en buena medida— del cambio de clima.

Después de haber caminado kilómetros, Kevin asegura sentirse agradecido por la atención que le brindan las autoridades al proporcionarle techo, alimento y atención médica, lo que le permitirá, al menos, recobrar fuerza. Su objetivo es claro: llegar a EU para lograr mejores condiciones de vida para su hijo y su esposa embarazada, quienes lo aguardan en Tegucigalpa, Honduras.

“Tuve que salir del país, allá la situación es muy difícil, hay maras, no hay trabajo, la inseguridad está por todas partes y no hay justicia”, señala.

Motivados por la posibilidad de cruzar la frontera con éxito, desde este sábado los migrantes retomarán el camino hacia Matehuala, municipio ubicado al norte de la capital potosina. Así se alejan de casa, pero se acercan al sueño americano.

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