El grave problema de tráfico en la ciudad de Xalapa, capital de Veracruz, provocado por la realización de obras sin planeación, es un factor más para el de sus habitantes, quienes pueden presentar síntomas de apatía, tristeza y miedo, alertaron especialistas.

“El ambiente físico de por sí está visto que tiene repercusiones en la salud mental, hay varios factores, entre ellos el ruido, la densidad social, mala calidad del aire y cuando nosotros hablamos del tráfico vehicular y las obras en calle es una combinación de factores estresores”, afirmó la académica de la Facultad de Psicología de la Universidad Veracruzana, Aurora Mejía Castillo.

 La especialista en psicología ambiental, explicó que en términos generales, los factores ambientales, sumados a otros de índole personal a los que hacemos frente diariamente, pueden generar una disminución del rendimiento de tareas y aumentar el estrés psicofisológico  entre los habitantes de una ciudad expuestos al tráfico y ruido vehicular.

 “Desde la teoría de la impotencia aprendida (cuando uno intenta de distintas maneras reducir aquellas amenazas y estresores y no se encuentra solución) *las personas caemos en un estado de desamparo en que el surgen síntomas como la apatía, la tristeza y el miedo”*, describió.

Lee también:

En los últimos dos años, la capital veracruzana se ha visto inmersa en un caos vial provocado por la realización de decenas de obras públicas, algunas de ellas –según especialistas- sin la planeación debida.

Y en el presente año, esas micro obras, junto con dos puentes vehiculares en una de las principales vías, fracturaron por completo la ciudad, con recorridos de tramos de 10 kilómetros en tiempos de hasta dos horas, tiempo inusual para Xalapa.

Consultada al respecto, la universitaria detalló que el tráfico y la sensación de inmovilidad trae consigo probablemente un y de dejarse ir: mejor ya no voy a ningún lugar y ya no puedo hacer mis actividades.

“Hay otra teoría que es la de la sobrecarga de la información  que nos dice que nosotros tenemos una capacidad limitada de atender a los estímulos del ambiente y hay que considera que las personas no solamente le hacemos frente a los estresores de la calle, tenemos factores estrés en el trabajo, en la casa, en todos lados”, recordó.

En este sentido, aseguró que cuando las personas salen de un trabajo donde de por sí hay gran variedad de estresores, encuentran otros más en el espacio público y, para hacerles frente, centran su atención solo en aquello que necesitan, por ejemplo, los conductores solo quieren llegar a su hogar sin importar violar leyes viales.

"Nunca un solo factor ambiental es el único determinante para la salud mental, pero si sumas todos los factores estresores en la escuela, el trabajo, la casa y el espacio público contribuyes a mayores afectaciones", manifestó.

Mejía Castillo recordó que la densidad social, que en este caso pudiera hablarse de densidad de vehículos, está asociada con mayor violencia, de ahí que el tráfico puede generar escenas de este tipo.

"Hay documentados estudios que asocian densidad y hacinamiento con conductas violentas (…) está asociado con conductas violentas, incluso desde el hogar y en el espacio público”, señaló.

Consideró que los habitantes de la ciudad deben planear su jornada y llevar consigo elementos que permitan recuperarse del estrés;  y en el ámbito de política pública considerar todos los tipos de movilidad y que el automóvil no debería ser el principal medio de transporte.

Lee también:

¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

rdmd

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Comentarios

Noticias según tus intereses