Monterrey, NL -
El 28 de febrero, un día después que se registró en el país el primer caso de Covid-19 , los gobernadores del noreste, Jaime Rodríguez Calderón "El Bronco" , de Nuevo León; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; y Francisco García Cabeza de Vaca , de Tamaulipas, reunidos en esta ciudad, empezaron a trazar su propia estrategia para enfrentar la pandemia , que los llevó semanas después, ya con el acompañamiento de otros mandatarios estatales, a desconocer el semáforo epidemiológico del gobierno federal y a establecer sus propios indicadores para determinar la reapertura económica y social.
En el marco de la Primera Reunión de Seguridad de la Zona Noreste , todavía con la presencia de representantes del gobierno federal, Rodríguez Calderón, Riquelme y García Cabeza de Vaca, acordaron el establecimiento de protocolos sanitarios propios para actuar de manera conjunta ante la eventual llegada del virus SARS-CoV-2 a cualquiera de los tres estados o a la región en general, porque, decía "El Bronco", “puede ser que en algún estado lo tengamos y en otros no”.
El 19 de marzo, ya con 25 casos confirmados de Covid-19, una semana después que se presentó el primer contagio en Nuevo León, los tres mandatarios volvieron a reunirse en Monterrey, donde exigieron al gobierno federal ser más estricto con la llegada de viajeros internacionales en los aeropuertos y en 20 cruces fronterizos con Estados Unidos.
El 3 de abril, en vísperas de Semana Santa , en reunión celebrada en Reynosa, Tamaulipas, acordaron un “blindaje regional”, al grado de instalar filtros policiacos para regresar a los viajeros que pretendieran ir a las entidades vecinas, y llamaron a los paisanos para que no vinieran de Estados Unidos a visitar a sus familias, o de hacerlo se mantuvieran en cuarentena hasta descartar el virus.
Los mandatarios estimaron que con esas medidas, 30 días serían suficientes para controlar la pandemia, pues de lo contrario se podría prolongar por dos, tres y hasta cuatro meses. Jaime Rodríguez que, frente a la federación, había adelantado dos semanas (17 de marzo), las medidas de aislamiento social, suspensión de clases y labores en oficinas de gobierno, advirtió ese día en Reynosa, que los negocios no esenciales que detectaran abiertos, serían clausurados en forma definitiva.
Nuevamente, el 10 de abril en Monterrey, los gobernadores de Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas convocaron a los empresarios de sus estados para planear la reactivación de la economía y plantearon al gobierno federal modificar el pacto fiscal, por ser injusto para estados y municipios.
Cuestionaron al presidente Andrés Manuel López Obrador por no contemplar apoyos a la iniciativa privada. “Nosotros sí apoyamos a las empresas y negocios, pues son las que generan empleos y pagan impuestos”, asentó García Cabeza de Vaca.
El 24 de abril hubo una reunión en el Parque Fundidora de Monterrey, a la que además de los gobernadores del noreste asistieron los de Michoacán, Silvano Aureoles y de Durango, José Rosas Aispuro , la cual tuvo como punto central buscar la reactivación económica.
Además de insistir en un nuevo pacto fiscal, exigieron a la federación cancelar “proyectos no prioritarios” como el aeropuerto Santa Lucía, el Tren Maya y la Refinería Dos Bocas , “para que de una manera definitiva el Gobierno central no sea el conductor de las decisiones absolutistas, que se tome en cuenta a las diferentes regiones del país”.
Reunidos en Morelia el 15 de mayo, donde se sumó al grupo el gobernador de Colima, José Ignacio Peralta , acordaron ajustar los planes de reactivación económica, acorde a las necesidades y condiciones de cada estado, pues argumentó Rodríguez Calderón, “vamos hacia arriba en el número de contagios, fue y sigue siendo un error grave la apertura de ciertos sectores, sin embargo, lo creemos necesario, tenemos que aprender a vivir con esto".
El 22 de mayo, durante la X Reunión Interestatal, celebrada en Coahuila, ya unido al grupo Enrique Alfaro , gobernador de Jalisco, los siete mandatarios estatales dijeron que, al margen del Semáforo Epidemiológico Nacional, cada entidad implementaría su propia estrategia para la reapertura económica.
"El Semáforo Nacional sin datos no nos sirve de nada, cada estado tiene y tendrá su propia estrategia en ese sentido que nos va a permitir ir midiendo; hemos decidido no seguir eso”, expresó Jaime Rodríguez.
El 27 de mayo, reiteró que Nuevo León establecería su propio semáforo, que en lugar de cuatro indicadores como el federal, tiene 10.
Esta peculiaridad ha permitido a la autoridad estatal no revertir la reapertura, aunque están en riesgo máximo los indicadores de contagios diarios que tiene un tope de 250 y van dos semanas con más de 600 y 700 casos por día; defunciones diarias que tiene un máximo de 15 y el promedio ha sido de 18, y la tasa de transmisión que con 1.4 estaría en riesgo máximo, mientras actualmente está en 2.4 por ciento; pero además está cerca del tope del 70 por ciento la ocupación hospitalaria.
Con la misma tónica, el 29 de mayo, en Comala, Colima , dos días antes del arranque de la llamada “nueva normalidad”, -a la que el bloque de gobernadores de la Alianza Federalista denominan “nueva realidad”-, rechazaron seguir el semáforo federal.
El gobierno de Nuevo León en boletín de prensa señaló: “Pactan gobernadores reapertura económica gradual. Descalifican operación del semáforo nacional”. Argumentaron que “no responde a la realidad de cada entidad federativa”.
"Hemos invertido dinero de nuestros contribuyentes ni un peso de la Federación. Tenemos que trabajar con nuestras propias uñas y circunstancias, y nos acompañaremos los gobernadores aquí presentes en lo que ocupemos entre nosotros para dejar de ver el centro como un sentido de coordinación de un esfuerzo no posible", declaró Jaime Rodríguez.
Las diferencias con el gobierno federal se acentuaron el 19 de junio. En Monterrey, los gobernadores de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, Durango, Colima, Jalisco, Guanajuato y Michoacán anunciaron la presentación de controversias constitucionales contra “la decisión del gobierno federal de desincentivar la producción de energías limpias” y anunciaron la presentación de iniciativas ante sus congresos locales, para cobrar impuestos a la CFE y Pemex , por ser empresas contaminantes al usar combustóleo.
Al bloque se unió el 26 de junio en Tampico, Javier Corral, mandatario de Chihuahua , aunque faltó Enrique Alfaro “por motivos de agenda”, con lo que ya son nueve los mandatarios que forman la Alianza Federalista, que ha marcado su propia estrategia contra el coronavirus y la reactivación económica, y que al al tiempo que han ido sumando adeptos, han ido escalando sus diferencias con el gobierno federal.
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