Santa Catarina.— La reparación fallida de un ducto de 48 pulgadas en La Huasteca, que fue devastado por la tormenta tropical Alberto, mantiene sin servicio de agua a casi 90 mil familias de este municipio.
A pesar de que el fenómeno meteorológico llenó las presas de la entidad, acabó con la crisis hídrica y devolvió 100% del suministro de agua al Área Metropolitana, la ciudad de Santa Catarina no ha podido disfrutar dicho beneficio, ni las autoridades han logrado la reconexión total.
Desde la llegada de Alberto hace dos semanas Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, a cargo de Juan Ignacio Barragán, lleva cuatro intentos de reparación del ducto, pero las obras no han dado resultado al 100% y mientras tanto 270 colonias permanecen sin suministro. Entre los sectores afectados está, principalmente, la zona de Los Viñedos.
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Verónica Torres tiene 14 años habitando la zona y recuerda que ni el huracán Gilberto en 1988, ni Alex en 2010 dañaron a tal grado la tubería, lo cual le hace concluir en la mala infraestructura del organismo paraestatal.
“No tenemos buena infraestructura y ese es el problema, te aumentan impuestos, ahora la cuota voluntaria, pues son injusticias. Tengo un niño con discapacidad y el agua se acaba porque se tiene que estar bañando e hidratando. No tenemos agua potable, tenemos que salir del municipio para comprar agua potable y están abusando de los precios. Pipas que antes te costaban mil pesos, ahora te cuestan 5 mil”, externó mientras llenaba su garrafón en el tinaco público del parque.
Su vecina, Rosa Martínez, se vio obligada a organizar la compra de una pipa particular, pese a que este servicio sólo se presta para temas industriales y no particulares.
“Estaban a prueba y error porque ellos [las pipas] no dan ese servicio, ellos iban a llenar cisternas o albercas, pero nunca domicilio por domicilio. Contratamos una pipa de 10 mil litros que sirve para abastecer a 13 domicilios, la contraté yo y pagamos las viviendas. Tenemos que hacerlo de esa manera, prefiero pagar 500 pesos a que me vaya a salir una hernia por acarrear agua”, explicó.
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Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey aseguró concluir la reparación del ducto la noche del miércoles y que, de funcionar, el servicio de agua potable sería restablecido con los mil 200 litros por segundo que necesita Santa Catarina.
El exhorto del alcalde
Después de dos semanas de exhortos, protestas y exigencias hacia Servicios de Agua y Drenaje de Monterrey, el alcalde de Santa Catarina, Jesús Nava, confirmó el jueves que el tubo de acero que transporta el agua al municipio fue reparado y que el suministro se reestablecería durante el día. Sin embargo, habitantes del municipio continuaron con los reportes de la falta de suministro.
Previo a la reparación, Nava “estalló” contra el organismo paraestatal y exigió cancelar el cobro de los recibos en curso y el pago compensatorio para los habitantes que se vieron afectados por la falta de agua.
También sostuvo reuniones con Juan Ignacio Barragán, quien, ante la situación, llegó al punto de decirle al alcalde que habría que rezar para que el ducto funcionara. “Dios quiera y pongámonos todos a rezar que esta sea la buena”, dijo Barragán en sus oficinas centrales.
Los esfuerzos
Emma Arredondo, habitante de Los Viñedos, denunció que la falta de suministro rebasó el límite de sus habitantes, que llegaron al grado de salir de sus casas en la madrugada para hacer fila en los tinacos públicos.
“Bien difícil porque hay mucha fila, a la hora que vengas, ocho, nueve de la mañana, en la noche está lleno, en la madrugada y todos los días. Ahorita estoy juntando agua de lluvia, pero ya me la acabé. Para la comida y aseo personal, pues ya no, mi tinaco ya se secó”, externó una mujer de 55 años.
De frente a la crisis, la administración de Santa Catarina instaló 10 campamentos base para la distribución gratuita de agua, los cuales se encuentran operando las 24 horas del día. Asimismo, el personal del gobierno, albergado en la Torre Administrativa, abandonó las instalaciones para salir a la calle a apoyar con la entrega de agua en pipas.
La iniciativa privada también se sumó a la causa llevando pipas a las colonias afectadas.
