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La colocación de pilotes en las cuevas subterráneas del sistema Aktun T’uyul genera un daño irreversible y representa un ecocidio y un crimen de Estado a nivel ecológico, aseguró Michel Duhart, buzo especialista en exploración de cuevas subacuáticas y miembro del colectivo Sélvame del Tren.
Explicó que son cuatro los daños generados por las obras del tren que han documentado: “el de las cuevas, que es totalmente irreversible y nunca se repara porque son cuevas que llevan millones de años; la selva, que se puede revertir porque vuelve a crecer; la contaminación del agua potable, daño gravísimo, se trata de agua que están contaminando porque el metal sufre el proceso de corrosión en el acuífero, que es de agua potable, por lo tanto, el agua se está contaminando; y el daño al patrimonio arqueológico, la desaparición de sitios arqueológicos que hemos documentando”, indicó.
Sobre la pérdida de sitios arqueológicos agregó: “Han saqueado lo que han podido”.
Precisó que con el colectivo Sélvame del Tren han hecho el registro visual del daño en la zona de las obras y han realizado denuncias públicas y mediáticas, “porque al gobierno no le importa nada”.
También denunció que las autoridades, en particular el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, aseguró que no se dañarían cuevas ni sitios arqueológicos, lo que no sucedió.
“Diego Prieto dijo que no se iba a dañar ningún tipo de cueva y que no se iban a dañar sitios arqueológicos. Aquí tenemos las pruebas fehacientes de que el señor mintió, aunado a que el presidente [Andrés Manuel López Obrador] dijo que no se iba a talar ni un árbol y que se iban a poner pilotes para no afectar las cuevas, lo cual es paradójico, porque los pilotes per se dañan las cuevas”, declaró Michel Duhart.
“Estamos ante un ecocidio a nivel mundial. Quizá esto no aplica, pero son crímenes contra la humanidad porque, aunque no se está matando a la gente, como si estuviéramos en guerra, se está afectando al agua y se está destruyendo la selva en medio de la peor crisis hídrica de este país”, expuso.
También señaló la gravedad de afectar un enorme cuerpo de agua cuando regiones enteras del país tienen carencias.
“La Ciudad de México no tiene agua, Campeche no tiene agua, las comunidades de Calakmul, donde también está el tren, no tienen agua y utilizan miles de metros cúbicos de agua para la construcción, y toda la población que el gobierno pretende llevar y movilizar con todos los proyectos parásitos aledaños al Tren Maya va a requerir agua. ¿De dónde la van a sacar? Están contaminando el acuífero maya, el coral se está muriendo”, denunció.
“El azul del Caribe mexicano empieza en las cuevas porque es agua que desemboca en el mar, no es casualidad que el coral de Tulum y de toda la Riviera Maya se está blanqueando por la contaminación y el calentamiento global.
“Estamos frente a un crimen de Estado a nivel ecológico sin precedentes”, concluyó.