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Ciudad Juárez.— “No me olviden, falto yo” es la frase del letrero en color rosa que durante 13 años ha portado el señor José Luis Castillo, quien ha dedicado su vida a buscar a su hija Esmeralda Castillo Rincón, quien hoy cumple otro año desaparecida.
Rafael Velarde y Vicente Guerrero, en la zona Centro de esta ciudad fronteriza, fue el último lugar donde —hace 4 mil 745 días— se vio por última vez a Esmeralda, cuando salió de la Escuela Secundaria Técnica Número 79.
“Estamos en el punto donde hace 13 años se miró por última vez a Esmeralda. El día 19 de mayo cumple mi niña 13 años de desaparecida y desafortunadamente no hay avances en la investigación, ni siquiera hay investigación”, afirma José Luis.
En dicho cruce, Esmeralda bajó del camión para caminar unos metros hacia la otra cuadra y tomar otro transporte que la llevaría a su casa, y a pesar de que ese tramo es muy concurrido, la joven desapareció sin que nadie viera qué pasó.
En el lugar, José Luis y su esposa Martha Alicia Rincón colocaron un letrero con su foto y la descripción de la joven, quien tenía en ese entonces apenas 14 años: “Excelente estudiante, becada por sus buenas calificaciones desde la primaria hasta el momento de su desaparición. Soñaba con celebrar sus XV años y con seguir estudiando para ser veterinaria. Jugaba futbol, ajedrez y le encanta la nieve de chocolate”, se lee en el anuncio.
En entrevista con EL UNIVERSAL, José Luis relata que la última vez que solicitó una copia del trabajo que se hacía en la Fiscalía Especializada de la Mujer y la Familia (FEM) sobre el caso de su hija únicamente le entregaron siete copias de dos años de supuesta investigación.
“Si en dos años haces siete hojas, pues no hay ninguna línea de investigación. El 28 de enero estuvimos con la licenciada Diana Morales Rincón, coordinadora de la FEM, y nos dijo que aceptemos que Esmeralda está sin vida. Cuando le preguntamos si había una prueba o cuerpo, nos dijo que no. Sólo nos dijo que es obvio que Esmeralda está sin vida porque ya son 13 años”.
El señor Castillo añade que no es que no quieran aceptar que su hija está sin vida, sino que exigen pruebas y bases para poder determinar que la joven falleció.
“Nos negó la información de lo que se ha hecho de Esmeralda en los últimos meses, prácticamente exigiéndonos que no nos iba a entregar nada hasta que aceptáramos que Esmeralda está sin vida”, detalla el padre.
Sin embargo, no fue lo único. Años atrás, la fiscalía en Chihuahua intentó entregarle a él y a su esposa una tibia, la cual aseguraban que pertenecía a Esmeralda, y así cerrar el caso.
La dependencia no les prestó la extremidad hallada para hacerle estudios independientes y, por eso, los padres no aceptaron ese resultado.
El dolor es el mismo
A 13 años, el dolor se refleja en el rostro de José Luis Castillo como aquel primer día en que salió a buscar a su hija.
Reconoce que el dolor de no saber sobre Esmeralda lo ha sensibilizado, pues ahora acude a las escuelas en Juárez a dar pláticas de prevención a las jóvenes y con las madres de éstas, y también brinda su apoyo a las madres de mujeres desaparecidas.
“Cuando uno está pasando por estos momentos, un ‘Dios te bendiga’, un abrazo o un saludo valen mucho. Para nosotros estos días son muy pesados, muy estrujantes. Hablaba con mi esposa hace unos días y nos pusimos a llorar los dos pensando que son 13 años en manifestaciones, lucha, metidas a la cárcel, problemas de salud... y no hay resultados”, lamenta.
Conmemoran alzando la voz
Para continuar con su lucha de justicia, José Luis y Martha Alicia, en compañía de colectivos feministas, saldrán hoy a colocar pendones por las calles de Ciudad Juárez con la imagen de Esmeralda. Además, el 20 de mayo viajará a Chihuahua capital para exigir a la gobernadora María Eugenia Campos Galván que la Comisión de Búsqueda estatal se enfoque en Esmeralda.
A los padres de familia que enfrentan un proceso similar al de él, como es el caso de los de Debanhi Escobar, les pide que no se rindan, que continúen con la lucha de justicia. “Estamos con ellos, tenemos que seguir exigiendo justicia, exigiéndoles a las autoridades que se detenga a los responsables. Sí, es cierto [que] es bien difícil, pero si nos quedamos callados esto va a seguir sucediendo”, dice.
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