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Macuspana.— Después de pasar su infancia en Villa Tepetitán, Andrés Manuel López Obrador estudió la secundaria en la cabecera municipal de Macuspana, donde cursó los primeros dos años en la escuela Ignacio M. Altamirano, ubicada justo frente a la plaza central Benito Juárez, uno de los personajes más admirados por el hoy presidente electo.
En este parque, todos sus paisanos podrán observar a través de varias pantallas, que serán instaladas por el ayuntamiento, su toma de posesión en el Congreso de la Unión.
Al igual que en Tepetitán, este 1 de diciembre, el edil morenista Roberto Villalpando se ha comprometido a organizar una verbena popular para que los ciudadanos sean testigos de cómo López Obrador asume el poder.
Desde la esquina del parque y de la escuela, Jorge Santamaría Narváez, un poblador de esta localidad, cuenta que Andrés Manuel vivió con don José Hernández Ruiz y doña Carmita Domínguez, en la vivienda marcada con el número 436 de la calle Rayón esquina con José María Morelos.
“En la calle de Rayón con Morelos, ahí estaba pensionado Andrés Manuel y Carlos Manuel Rovirosa Ramírez, estudiaron dos años aquí nada más”, detalla el hombre de 72 años.
En esta vivienda actualmente habita José, hijo de ese matrimonio, único dueño de la propiedad y quien generalmente se encuentra de viaje.
Todas las casas de esta calle están pintadas de diversos colores, sin embargo, en esta parece que el tiempo se detuvo, sus enormes ventanas, al igual que la entrada principal, tiene ladrillos rojos ya desgastados y la fachada principal está deteriorada.
Los vecinos saben que ahí vivió el morenista, pero no alcanzaron a convivir con él, los más jóvenes como Víctor, un albañil de la misma cuadra, afirma que su suegro sí lo conoció y que le compró a López Obrador un vochito que antes usaba.
Santamaría Narváez dice que ahora, con la llegada de AMLO a la presidencia de la República, el sureste, Tabasco y Macuspana tendrán un gran impulso. Incluso, afirma que le gustaría estar presente cuando le pongan la banda a quien, después de 30 años de haber iniciado una lucha, llegará a ser presidente.
“Casi 30 años en la lucha y lo consiguió. Me gustaría ir, pero ya es un poco cansado; yo lo acompañé muchas veces en las marchas, en los mítines, ahorita él ya llegó y ahorita lo vamos a disfrutar por televisión”, refiere con gusto.
El orgullo escolar. En el centro educativo, Ignacio M. Altamirano, fundado en 1956 y donde actualmente toman clases más 450 estudiantes, se percibe un aire de alegría.
Aquí da clases de matemáticas Kelvin Winzing Negrín, quien asegura que para este instituto es un orgullo el próximo presidente de México haya estudiado en sus aulas.
“Es una gran alegría, porque aquí han pasado grandes políticos, han habido presidentes municipales y diputados”, dice con una sonrisa.
El profesor cuenta que muchas personas han llegado a preguntar en que salón tomó clases López Obrador, pero explica que las cosas han cambiado, pues ha pasado mucho tiempo desde que fue alumno, en 1966.
“Aquí estudió primero y segundo de secundaria, muchos lo vieron andar en la zona de Macuspana, caminar pues, porque dentro de ese ámbito él se fue a estudiar a [la Ciudad de] México también”, señala.
Recuerda que el morenista buscó gobernar su municipio y su estado, pero no lo logró: “Quiso ser alcalde de Macuspana, no lo pudo ser; quiso ser gobernador y tampoco lo pudo hacer. Bien dice que nadie es profeta en su tierra y afortunadamente ese hombre logró ser hasta jefe de Gobierno de la Ciudad de México y es tan así que esa gente lo apoya. Yo he ido para allá en son de paseo y a esa gente no le puedes tocar al licenciado”.
El tercer año de secundaria, Andrés Manuel López Obrador lo estudió en la capital del estado, Villahermosa, así como su preparatoria, antes de partir a la Ciudad de México.
Ahora, los maestros de este plantel buscan incentivar a los jóvenes que allí estudian, al pedirles que se preparen y contarles que por esos pasillos caminó el futuro presidente, Andrés Manuel López Obrador.