Escuela primaria purifica su propia agua

Oaxaca de Juárez.— Beber agua directamente de la llave de un bebedero con la seguridad de que es potable y gratuita es una realidad en la Escuela Primaria 5 de Mayo de San Martín Mexicapam, agencia municipal de la ciudad de Oaxaca, precisamente cuando la capital vive una crisis hídrica por la falta del líquido.

Lo anterior es posible gracias a que esta institución educativa cuenta con un sistema capaz de purificar hasta mil litros de agua por hora, y dejarla apta para el consumo humano, gracias a la instalación de una torre de purificación.

La adecuación de un sistema de purificación de agua en el interior de la escuela fue una iniciativa de la Fundación TASH, que financió el proyecto denominado AquaTower en colaboración con la clínica del pueblo, la Fundación Planet Water, los docentes y padres de familia.

Pete Noll, de la Fundación TASH, explica que el interés surgió por tener agua gratis en las escuelas y lograr otras acciones a favor de la comunidad, y establecer nuevos vínculos con la población, adicionales a las que se realizan con la clínica del Pueblo de San Martín Mexicapam, donde se prestan servicios y atención médica a muy bajo costo.

El proyecto no sólo consiste en la instalación de la torre purificadora de agua potable, también en una serie de capacitaciones y charlas con los niños y niñas que estudian en la Escuela Primaria 5 de Mayo, los padres de familia y los docentes, relacionadas con la importancia de este recurso natural para los seres humanos y cómo protegerlo.

Lo anterior es de suma importancia sobre todo cuando la ciudad de Oaxaca y su zona conurbada vive una carestía del líquido que ha llevado a las autoridades a implementar medidas emergentes.

De acuerdo con el Sistema Operador de los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado (Soapa), actualmente, derivado de la temporada de sequía, la zona metropolitana de Oaxaca tiene un gasto aproximado de apenas 195 litros por segundo cuando debería ser de 400 litros.

La dependencia señala que se espera que, con la atención a la infraestructura, se recupere el gasto de 400 litros por segundo, para lo cual se ha dado mantenimiento a 19 pozos profundos, además de atender más de 700 fugas de agua, así como de tomas locales y el lavado de 34 tanques de distribución y rebombeo.

Un proyecto nacido tras la pandemia

La directora del turno matutino de esta primaria, Karina Caballero, relata que AquaTower se remonta a la reanudación de las actividades presenciales tras la pausa de casi dos años a causa de la pandemia del Covid-19.

Cuando se regresó, detalla, los profesores decidieron abordar con los estudiantes la importancia de una alimentación saludable, porque el nuevo virus provocó una situación difícil en la salud y era necesario crear conciencia sobre una buena alimentación para tener una vida saludable. Así, surgió el acercamiento con la clínica del pueblo, que apoyó con la generación de información, y con Pete Noll, de la Fundación TASH.

“Ellos llegaron a comentarnos sobre este proyecto del agua potable y fue un poco complicado la toma de decisiones, pero al final cuando ya se nos dio la información en su totalidad dijimos que es una buena oportunidad de decir sí y tener ese equipo aquí en la escuela y beneficiar a toda la comunidad educativa”.

El proyecto beneficia a una población estudiantil de alrededor de 600 estudiantes de los turnos matutino y vespertino, 38 docentes y también a cerca de 600 madres y padres de familia. El beneficio, puntualiza Karina Caballero, no sólo es en la salud de los niños y niñas, sino también en la economía de sus padres.

Sergio Frías, representante en Latinoamérica de la Fundación Planet Water, menciona a EL UNIVERSAL que desde hace más de 16 años buscan crear soluciones para que los niños puedan tener agua potable y su misión es poder abolir las necesidades de acceso a este recurso natural, que sea apto para el consumo humano y al mismo tiempo crear un cambio cultural.