La Paz.- Alejandro Acosta Hernández tenía sentimientos encontrados. Era un manojo de nervios, de temor, pero también de alivio y esperanza. Es uno de los camilleros que labora en el Instituto Mexicano del Seguro Social en y que este miércoles ya recibió la vacuna Pfizer contra Covid-19.

Fue convocado por sus superiores desde muy temprano, y allí estaba, esperando por la vacuna y lo que ella representa para él y su familia, y junto con ellos para cientos de trabajadores de salud en BCS que a partir de hoy comenzaron a recibirla en los 16 hospitales.

“Me dio miedo. Es el temor que todos tenemos, pero también me dio alegría. Gracias a Dios vamos a estar un poco liberados de todo esto. Me siento feliz”, expresó enseguida de ser vacunado.

La vacuna, platica, es un piquetito como cualquier otro y un dolor así tal cual, pero lo que representa sí es mucho --refiere-- “es una luz al final de túnel que ya se está viendo”.

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-¿Cómo has vivido la pandemia?

“Es algo muy triste, muy doloroso”, dice con una voz que refleja su sentir. Y es que platica que por su actividad se ha sentido vulnerable.

“Desde mi función es algo muy triste. La verdad nosotros no tenemos el estudio como la enfermera o el doctor que estudian y los preparan de algún modo para toda esta situación. Es algo nuevo para todos”.

Con todo, sostiene que ha logrado salir adelante: “Poco a poco nos hemos ido llenando de cosas muy buenas. También (la pandemia) nos ha enseñado muchas cosas, a mis compañeros y a mí, pero es algo muy triste todo”. Junto con él, en el Hospital General de Zona 1 del IMSS, Kenia Zárate, auxiliar de enfermería, quien entró de interina en la convocatoria por la pandemia, celebró el recibir la vacuna, sobre todo por la posibilidad de reducir el contagio a sus familiares.

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“Tenía una preocupación constante de que yo me pudiera enfermar y contagiar a mi familia”, expresó. En entrevista, narró que las jornadas en el área Covid son muy pesadas, sobre todo en el turno nocturno. “Implica muchas horas estar con el equipo de protección puesto, incómodo, a veces los aires acondicionados están apagados y hace mucho calor o a veces hace mucho frío y es difícil...uno no sabe si se va a contagiar en cualquier momento”, comentó.

Por eso no deja pasar la oportunidad para insistir en que la población se prevenga con las acciones básicas y sencillas, como el uso de cubrebocas, el lavado de manos.

“Tan fácil como eso y la gente no lo hace”, puntualizó.

Los primeros lotes de la vacuna para personal de salud en BCS llegaron vía aérea ayer por la noche, procedentes de la ciudad de Tijuana.

afcl/acmr

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