Ciudad Victoria.— Con 10 de los 50 caballos que integran el Agrupamiento Montado de la Guardia Estatal, policías estatales brindan atención a menores con diferentes tipos de discapacidad, como autismo, retraso sicomotor, parálisis cerebral y síndrome de Down, en Ciudad Victoria.
El jefe del departamento de la Unidad Montada y Canina, de la Secretaría de Seguridad Pública de Tamaulipas, Juan Chompa González, explicó que en coordinación con la Fundación Falcone llevan a cabo las sesiones de equinoterapia, que permiten mejoras significativas en la comunicación, concentración y en los vínculos afectivos del paciente.
“A través de esta actividad se busca beneficiar a niños y niñas con alguna discapacidad como el autismo, entre otras”, mencionó.
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Destacó que este servicio puede ser solicitado por cualquier persona con discapacidad a la Secretaría de Seguridad, únicamente se les recomienda asistir de lunes a viernes en compañía de algún familiar mayor de edad facultado para asistirle.
“Mis compañeros policías están capacitados y preparados para impartir las sesiones de equinoterapia, así como otras actividades de nuestro servicio”, añadió Chompa González.
Una organización pionera desde hace 27 años en esta actividad es la Asociación Falcone para Niños con Capacidad A.C., que preside Martha Luz Falcone Treviño, quien esta certificada desde 1997 en Equinoterapia por el Centro de Evaluación de Querétaro.
Cuando su hijo Jaime Arratia Falcone tenía nueve años comenzó con sus sesiones de equinoterapia en las instalaciones de Seguridad Pública, como una forma de tratar su autismo. Él se alista con su casco de protección para tener su sesión a lomo de su caballo, en el cual se recuesta y acaricia. Luego trota auxiliado por uniformados. En todo momento se nota tranquilo y feliz.
Falcone Treviño mencionó que los chicos con autismo reciben un bombardeo sensorial, “entonces, ellos al momento de montar a caballo, la estabilidad que les genera el movimiento del caballo, les manda impulsos a su cerebro que hace que ellos tengan y entren en un sistema de relajación. Además, se sienten más seguros de sí mismos, tienen más autonomía y empiezan a tener contacto también con el exterior”.
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También se refirió al cariño que se complementa entre caballo y jinete. “A los caballos les encanta que les den cariño, que los acaricien, es parte de la equinoterapia, ese vínculo de amor y de cariño. Por ejemplo, el caballo ya conoce a Jaime y a las otras personas. Saben que ese cariño que le va a expresar es totalmente genuino”.
“El menor siente el afecto, la amistad del caballo hacia él, en este caso el caballo lo quiere mucho a él. También el sudor del caballo les ayuda mucho como parte de la terapia, existe un vínculo entre el caballo y el chico”.
Otro de los menores que recién se integró a esta terapia es Dante, a quien como parte de su proceso lo acercaron a Iwis, un caballo de 35 años. Lo vio, luego lo sintió y después el niño lo acarició para sellar lo que es el inicio de una amistad.
Para los padres de familia sacar adelante a sus hijos con alguna discapacidad no es nada fácil, como relató la señora Falcone Treviño, quien llegó a sentirse excluida socialmente hasta por su familia.
“Obviamente no me invitaban a ninguna fiesta. Cumpleaños de la niña chiquita y, pues, cómo iba a llegar Jaimito que iba a andar, corre y corre para allá y para acá para arriba y para abajo, o sea que iba a estropear la tranquilidad de la fiesta”.
“La gente te deja de invitar a bodas, qué esperanzas que yo fuera a una boda y, obviamente, pues yo les decía si no me invitan a mí con Jaimito yo no voy, porque quién me va a cuidar a Jaime entonces. Yo por eso decidí hacer la Asociación Falcone y dije, bueno, no me invitan a las fiestas, pues yo las hago y no nada más para un niño, las voy a hacer para mil 200 familias y ahí vienen todas las mamás felices de la vida, porque también ellas son excluidas de la sociedad”.
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Además de la equinoterapia y múltiples actividades para salir adelante con Jaime, la presidenta de la asociación ha investigado sobre la comunicación alternativa, la cual se utiliza a través de un Ipad. Para ello tuvo que viajar, junto con su esposo Jaime Arratia, a Costa Rica para poder capacitarse.
“Es un programa maravilloso, teníamos 38 años de no escucharlo, de no saber lo que piensa, claro, aún estamos trabajando duro en ello”, añadió.
Para que los caballos lleven a cabo correctamente su función en este tipo de terapias deben de contar con ciertas características de temperamento, edad y mansedumbre.
Al respecto, el instructor de monta del Agrupamiento, Martín Silguero Briones, explicó que los caballos no deben de ser briosos, y deben tener entre 15 a 20 años de edad, por lo menos.
“Lo que estamos viendo es una clase de equinoterapia impartida por nosotros, elementos de aquí de la corporación. A los niños que vienen tratamos de que el caballo les dé motivación, ese temperamento para que él se sienta a gusto, y se desestresen”, mencionó el oficial de la SSP.
Así, de forma gratuita, cada jueves la Asociación Falcone en coordinación con la corporación policial ofrecen este tipo de apoyo y de estímulo para la autoestima de los niños, a lomo de caballos.