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El ex presidente nacional del Instituto Federal Electoral (IFE), José Woldenberg Karakowsky , consideró que gane quien gane, incluyendo Andrés Manuel López Obrador , en las elecciones de 2018 , en México no se presentará la figura de un personaje dictatorial como en el caso Venezuela .
Aseveró que dada la fragmentación que habrá en el voto, ninguna fuerza política por sí sola tendrá mayoría en las cámaras de diputados y senadores, con lo cual se presentará una condición de pesos y contrapesos a favor del juego democrático .
A pregunta expresa, de un asistente a la presentación de su libro, “Cartas a una joven desencantada con la democracia”, durante la Feria Internacional del Libro de Monterrey , Woldenberg expresó que vamos a unas elecciones donde habrá una gran fragmentación del voto, como no la hubo en el pasado reciente ni remoto del país.
Recordó que hasta 1988 (contando al Frente Democrático Nacional como antecedente del PRF), éste partido, junto con el PAN y el PRI, obtenían el 90 por ciento de la votación nacional, pero hubo una ruptura en la izquierda que dio origen al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que dirige Andrés Manuel López Obrador, al tiempo que viene cayendo la votación del tricolor y del partido blanquiazul.
Aunado al surgimiento y crecimiento de Morena en los últimos tres años, hay partidos como el PVEM y Movimiento Ciudadano, que tienen fuerza regional, en Chiapas y Jalisco, en ese orden, además de la novedad que representan las candidaturas independientes.
“La fragmentación del voto ya es pan de todos los días, y es muy posible que en estas elecciones de 2018 podamos tener un presidente de la República con el 28, 30 por ciento de los votos”.
Hasta hace poco, comentó Woldenberg, parecía que despuntaban tres grandes coaliciones, una que casi está hecha que es la de Morena-PT, otra que está en procesamiento y vamos a ver a dónde llega que es la de PAN-PRD-MC y otra que eventualmente sería de PRI, PVEM, PES y Panal, que también está en veremos.
Pero han sucedido fenómenos como esta ruptura en el PAN que no sabemos qué tan profunda y cuántos votos le va a quitar.
“Pero gane quien gane incluyendo por supuesto a Andrés Manuel López Obrador, vamos a tener como hemos tenido hasta la fecha un presidente sin mayoría en las cámaras de diputados ni de senadores, como no la tuvo Ernesto Zedillo en los últimos tres años, n ia tuvieron Vicente Fox, Felipe Calderón, ni Enrique Peña Nieto, aunque siempre puede esto cambiar, pero no parece que pueda suceder”, señaló el ex presidente del IFE.
Argumentó que si uno revisa las encuestas y se pasea por el país, ve que la implantación de los partidos es desigual y que al final a ninguno le alcanza para obtener mayorías absolutas en el Congreso de la Unión, “entonces yo creo que esos pesos y contrapesos nos hacen un caso distinto al de Venezuela”.
Recordó que cuando ganó Hugo Chávez hubo un intento de golpe de Estado que lo relegitimó, y a las siguientes elecciones la oposición decidió no presentarse, en denuncia, decían de los excesos del presidente, lo cual fue un error histórico que ellos mismos reconocen.
Por eso, creo ese fenómeno, quiero pensar está muy lejos de México, tanto el resorte golpista como el resorte abstencionista, y si algo hemos aprendido en los últimos años es que no habrá una figura sola en el escenario de la política nacional. Aunque señaló, predecir el futuro es un terreno resbaladizo, por eso es más fácil ser historiador que pitonisa.
“Credibilidad del INE se erosionó porque le dimos facultades de juez”
Por otro, lado, respecto al problema de credibilidad del Instituto Nacional Electoral, comentó que la credibilidad no se decreta, sino que es una construcción en la que se avanza micra a micra, centímetro a centímetro, y que “en una mala jugada se retroceden kilómetros”.
Sin embargo, estimó que la rutina específicamente electoral hoy se realiza mejor que en el pasado, pues el padrón, la organización, la capacitación de los funcionarios, el conteo rápido y todos los eslabones del proceso electoral, “están mucho más afinados” que cuando a él le correspondió presidir al IFE.
¿Por qué entonces está erosión de la credibilidad del INE? Mi respuesta es que se le han dado a la autoridad administrativa, una serie de facultades que resultan impertinentes que tengan, dijo el ex funcionario electoral.
Agregó que a veces las personas creen que entre más facultades tenga una autoridad es mejor, pero no, pues cuando una autoridad se le encomiendan cosas que no puede dar o que la van a desgastar, lo mejor es no hacerlo.
Precisó que la conflictividad existente hoy en materia electoral, viene de que se ha convertido al INE en algo que no es: un juez. Preguntó, ¿cuántos asuntos el partido A litiga en contra del partido B, donde A por supuesto quiere que se condene y B quiere salir absuelto.
Por eso, haga lo que haga el INE va a salir mal, entre otras cosas porque no es un juez, es una autoridad administrativa, con el agravante de que el partido que pierda en el INE tendría que ser muy negligente para no ir al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Esto, lo dije desde hace años, a lo único que iba a llevar era al desgaste de la autoridad administrativa, y me sigo preguntando si tenemos 32 tribunales locales y uno federal ¿por qué los litigios los debe resolver una administrativa si todos sabemos que los debe resolver una juez en materia mercantil, civil, penal, lo que ustedes quieran.
“Pero en materia electoral, convirtamos a quien organiza las elecciones en juez y esa fue la mejor receta para erosionar al INE”.
Mencionó que la fiscalización de los recursos se hacía de manera descentralizada, en cada estado, se revisaba la aplicación de recursos en las elecciones de gobernador el Congreso local, pero a partir de 2014 todas las campañas las tiene que fiscalizar el INE en Tlalpan, y tiene que hacerlo porque lo dice la ley “pero le estamos encargando una tarea titánica”.
Si seguimos siendo una República federal, “¿por qué no dejamos que las entidades maduren a su ritmo? Porque se acuñó la tesis de que los 32 organismos locales habían sido cooptados por los gobernadores, y que no eran más que sus apéndices, yo no dudo que algunos lo fueran, pero no es cierto que todos. Ahí es donde se construyó una normativa que vino a erosionar a la autoridad administrativa electoral", concluyó Woldenberg.