Chilpancingo.— La Fiscalía General del Estado (FGE) entregó los cinco cadáveres que faltaban de los 10 músicos de Alcozacán, Chilapa, que fueron asesinados el pasado 17 de enero en la carretera José Joaquín Herrera-Chilapa, por presuntos integrantes de la organización criminal Los Ardillos.
Al mediodía de ayer, personal de la fiscalía entregó los cuerpos de Regino Fiscaleño Chautla, Israel Tolentino Ahuelican, Juan Joaquín Ahuejote, Florencio Linares Jiménez y el del menor de edad Israel Mendoza Pasado, en la comunidad de Alcozacán, de donde eran originarios.
Estos cinco cadáveres no habían sido entregado porque estaban en proceso de identificación debido al alto grado de calcinación al que fueron sometidos después de haber sido ultimados.
Según el coordinador de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) de Chilapa, Bernardino Sánchez Luna, los cinco cadáveres fueron sepultados la tarde de ayer en Alcozacán.
Hace una semana fueron entregados los cuerpos de José Julio, de 37 años; Cándido, de 20; Crescenciano, de 37; Marco, de 36, y Antonio, de 24 años.
El viernes 17 de enero, alrededor de las 11 de la mañana, presuntos integrantes del grupo de autodefensa Por la Paz y la Justicia —que según las autoridades están vinculados con la organización criminal Los Ardillos— detuvieron a los músicos que viajaban en dos camionetas.
Los jóvenes habían salido un día antes de su comunidad Alcozacán para ir a tocar a la localidad de Tlayelpa, ambos lugares ubicados en el municipio de Chilapa.
El fiscal general del estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, detalló que una de las camionetas fue encontrada en una barranca de 100 metros de profundidad, y cinco de los 10 integrantes del grupo fueron calcinados completamente.
La tensión en la zona ocasionó que la CRAC de Chilapa y José Joaquín Herrera incorporara a menores de edad en sus filas “para defenderse de la inseguridad”, según argumentaron.