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Monterrey.— Ayer, la Comisión Municipal Electoral (CME) entregó al priísta Adrián de la Garza Santos la constancia de mayoría que lo acredita como alcalde electo de esta ciudad, después de que el miércoles por la noche concluyera la sesión oficial de cómputo de los comicios extraordinarios realizados el pasado domingo.
Con gritos de “sí se pudo” y los brazos en alto, el priísta celebró su triunfo ante cientos de simpatizantes que lo esperaban afuera de la CME. De la Garza Santos obtuvo 128 mil 15 votos contra 122 mil 93 de su adversario panista Felipe de Jesús Cantú.
El priísta debe tomar posesión del cargo a más tardar el 31 de diciembre, cuando concluye el año electoral.
En su mensaje, De la Garza Santos señaló que en su segundo mandato como alcalde de Monterrey, tras reelegirse, cumplirá todas las propuestas que hizo a los ciudadanos, a fin de lograr un gobierno ordenado, con disciplina financiera y que pueda ofrecer paz y seguridad.
“Se la querían llevar [la elección] y no lo permitimos, porque era la decisión de todos los vecinos, ahora ya no debemos ver para atrás, vamos a trabajar para que haya mejor calidad de vida en la ciudad”, dijo en alusión a las dificultades que tuvo para llegar nuevamente a la alcaldía.
En el evento, lo acompañaron Rubén Moreira, ex gobernador de Coahuila y delegado especial del CEN del tricolor para estas elecciones; el presidente estatal del partido, Pedro Pablo Treviño, y el líder estatal de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), Carlos Barona Morales, entre otros.
El nuevo cabildo regiomontano estará integrado por 19 regidurías y dos sindicaturas para el PRI; seis regidurías para el PAN, y tres para el Partido del Trabajo (PT), que al ir sin la coalición con Morena y el PES, redujo su porcentaje de votación de una elección a otra de 19.40% a 14.54%.
En los comicios ordinarios del 1 de julio, el panista obtuvo el triunfo por una diferencia de 0.89%; sin embargo, el Tribunal Estatal Electoral anuló las casillas suficientes para que hubiera una voltereta en el resultado y declaró ganador al priísta.
Posteriormente, la Sala Regional devolvió el triunfo al PAN y finalmente el 30 de octubre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) anuló los comicios y pidió convocar a nuevas elecciones.
Nueva impugnación. Por su parte, Felipe de Jesús Cantú anunció que no se quedará con los brazos cruzados y por respeto a quienes le dieron su voto, impugnaría la constancia de mayoría entregada y pondría a consideración de los tribunales las pruebas de las “trampas” realizadas por el PRI.
Al concluir la sesión de cómputo que lo dejó en segundo lugar por más de cinco mil votos, Cantú Rodríguez señaló que esta fase del proceso electoral confirma una elección diseñada para hartar a la población.
Ante ello, el edil electo llamó a su adversario a la sensatez para no litigar el proceso y confió en que el juicio de inconformidad no procedería porque a diferencia de los comicios anteriores, no hubo paquetes extraviados ni fallas en la cadena de custodia, entre otras anomalías que llevaron a la anulación de la elección.