Tlaquepaque.— Pasaron casi 18 horas entre que Raúl Ibarra, de 60 años, llegó a hacer fila a uno de los 26 puntos de vacunación que se instalaron ayer en Tlaquepaque, para iniciar con la aplicación de la dosis contra el Covid-19 en el Área Metropolitana de Guadalajara, y la hora en que lo inyectaron en el brazo izquierdo.
“Nadie me llamó, me enteré por los medios de comunicación en dónde habría centros de vacunación y llegué aquí [el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente] desde la tarde de ayer [domingo]”, dijo al salir del estacionamiento que hasta el próximo jueves funcionará como centro de vacunación.
En este punto, ubicado en los límites de Tlaquepaque y Zapopan, donde se aplicarán en total 6 mil dosis durante cuatro días, el caos imperó durante buena parte de la mañana, pues durante la madrugada, sin motivo aparente, alguien repartió fichas falsas entre quienes conformaban la fila de más de 700 metros en la que la ausente fue la sana distancia.
Los que tenían fichas falsas exigían entrar, pero no se los permitieron. Otro asunto que generó molestia es que en las primeras jornadas de vacunación, en municipios fuera del Área Metropolitana, se permitió que residentes de otros lugares recibieran la dosis, siempre y cuando sobraran, pero esa práctica se suspendió la semana pasada.
“Me estás negando la vacuna y el Presidente dijo que todos seríamos vacunados y él es la máxima autoridad del país, soy mayor de 60 años y aquí está el registro que hice en internet”, reclamaba en la puerta una mujer, formada desde las cuatro de la mañana, y a quien no se le permitió el paso por ser residente de Guadalajara.
“¿Por qué no reparten de una vez las fichas de mañana para no tener que volver a hacer fila?”, pedía sin éxito a los encargados de la logística en los módulos.
Para Raúl Ibarra la jornada fue larga, pero dice estar contento por haber recibido la vacuna, sólo espera que para la siguiente aplicación no tenga que esperar tantas horas.