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Monterrey. - A trece meses de que fue víctima de un intento de feminicidio por parte de tres hombres, quienes la violaron y le prendieron fuego con gasolina, dejándola por muerta, Liliana Fernández, una joven de 24 años de edad y madre de cuatro hijos, ha vivido un calvario de dolor sicológico, emocional y físico tras casi una decena de cirugías.
Su esposo, Aldo Flores, señala a EL UNIVERSAL que entre todo el dolor, la familia lucha por conseguir justicia y denuncia que Liliana ha sido revictimizada por las mismas autoridades que inventaron declaraciones que ella no pudo hacer porque estuvo en coma casi un mes, según las cuales se responsabilizó de sus propias lesiones.
Esto propició que cuando recuperó el conocimiento y pudo denunciar la agresión, un sector de la sociedad la violente y acose digitalmente, acusándola de mentir para “estafar” pidiendo apoyo económico, ya que la familia no recibe ingresos, porque el esposo debe cuidar de ella y de los niños y hacerse cargo de todas las labores domésticas.
El 26 de marzo de 2022, Liliana fue secuestrada y agredida sexualmente por tres sujetos que al final la rociaron con gasolina y le prendieron fuego para privarla de la vida. Ella sobrevivió con quemaduras que le afectaron severamente el rostro y el cuello, lesiones que hasta hoy han requerido tantas cirugías reconstructivas que su esposo Aldo Flores, ya no sabe si van ocho o nueve, con la que esta semana le realizaron en el Hospital Universitario.
Con el acompañamiento de la Fundación Carmen Sánchez, que la ha apoyado en su proceso de sanación y reclamo de justicia, Liliana lanzó el lunes un desesperado pedido de apoyo para ser atendida médicamente de una infección que sufrió en el cuello, a raíz de una reciente operación que se le había infectado y ponía en riesgo su vida.
Su esposo Aldo Flores explicó que la noche del sábado 22 de abril Liliana empezó con fuertes dolores, debido a que se le infectó la operación que se le practicó en cuello. Hablaron al cirujano de un hospital privado que la esperaría para realizarle una cirugía sin cobrar honorarios por su trabajo; pero los gastos de hospitalización, tratamiento y cuidados los cubriría el gobierno estatal a través de la Secretaría de Salud, por un compromiso realizado por el gobernador Samuel García el pasado mes de noviembre.
Sin embargo, a poco de llegar al hospital que se localiza en San Pedro, les avisaron por teléfono de la Secretaría Estatal de Salud que sólo podían apoyarlos si la operación se practicaba en el Hospital Universitario, pues si ellos decidían que se le atendiera en un hospital privado, el gasto sería por su cuenta, expuso el esposo de Liliana.
Agregó que pidieron se respetara el compromiso del gobernador de seguirla apoyando para ser atendida en el nosocomio privado, no por un capricho, por comodidad, sino porque la primera vez que fue operada en el Hospital Universitario, donde estuvo internada tres meses y medio, hubo negligencia y la piel del cuello se le contrajo por un mal procedimiento, así que no quería volver a pasar por lo mismo.
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Al no contar con recursos para ir al centro médico privado, pues cada operación tiene un costo aproximado de 200 mil pesos, pese a que el cirujano que haría la operación no iba a cobrar un solo peso, se dirigieron al Hospital Universitario; pero como ahí no sabían del compromiso del gobierno estatal, tuvieron a Liliana tres horas en la sala de espera.
La cirugía que se prolongó por ocho horas fue algo complicada y requirió retirar alrededor de 30 centímetros de piel ya muerta, explicó el esposo de Liliana.
“No hay un plazo para que la den de alta. La cirujana que la atendió dijo que dependerá de lo que dure la infección, pero anticipó una larga estancia", señaló Flores y comentó que su esposa permanece consciente con medicamentos para el dolor.
El gobierno local les apoya en cirugías pero no en medicamentos
Desde el día del ataque e intento de feminicidio, el 26 de marzo de 2022, Aldo, apoyado de una de sus hermanas, se encarga del cuidado de cuatro hijos: dos niños de ocho y siete años y dos niñas de cuatro y dos años y medio.
Dice que desde ese incidente se les complicó totalmente la vida, pues él dejó de trabajar como chófer de aplicación y se abocó al cuidado de su esposa, de sus hijos y de la casa.
Comentó que el gobierno estatal les ha apoyado con las cirugías; pero no para medicamentos, material de curación, cremas, pomadas para cicatrización, traslados, comidas, gastos de la casa y de la escuela de sus hijos, entre otros.
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Por ello Liliana ha pedido solidaridad de la gente a través de redes sociales y recibe solidaridad, aunque también acoso digital. Quienes deseen ayudarla económicamente pueden hacerlo depositando a la cuenta número 4169-1608-4287-7822 de Bancoppel (débito) a nombre de Aldo Flores.
Su esposo señaló que el martes tuvieron una reunión con gente del gobierno del estado, para que se les apoye con medicamentos y otros requerimientos. Mencionó que recién que se conoció el ataque a Liliana, sí se acercaron y apoyaron con despensas, pero después se desligaron totalmente.
Aldo expresó que su esposa ha sufrido mucho. “Traía la piel abierta, la herida era muy profunda, se miraban los tejidos, con la operación que le acaban de hacer en el Universitario, es la octava o novena, la anterior se le hizo el cinco de abril”.
Ayer “le tuvieron que poner un catéter por el hombro para suministrarle los medicamentos porque dijeron que ya estaba muy dañada la piel por tanto piquete de las inyecciones” que le han aplicado.
Aún no hay detenidos por la violación y el intento de feminicidio
Respecto a la investigación sobre el intento de feminicidio, Aldo señaló que no hay nada. “Está todo parado, no tenemos noticias, sólo que hace un año habían abierto una carpeta, y dentro de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas nos dijeron que apenas volvieron a retomar el caso; ya hace más de un año, no hay solución, no hay detenidos ni respuesta”.
Se dolió porque Liliana “ha sido revictimizada”, pues en la misma Fiscalía Especializada en Feminicidios afirmaron que “no era confiable” la versión de su esposa que alegó ser víctima de secuestro, agresión sexual y de un intento de feminicidio por parte de sus agresores, al rociarla con gasolina para prenderle fuego, ante lo cual realizarían una investigación, porque ella “cambió” su versión.
Y es que la Fiscalía sostuvo que Liliana dio una primera versión al ingresar al Hospital Universitario, donde señaló que ella misma se había causado las lesiones, declaró Aldo Flores. ”Pero ella nunca cambió la versión, eso fue lo que dijeron ellos, que cuando estuvo en el hospital declaró que ella misma se había causado las lesiones, pero yo les dije, ¿qué versión dio ella, si estuvo casi un mes inconsciente en coma, ¿dónde tomaron esa declaración?.
"Me dijeron que no sabían, que esa información fue la que le habían dado a la Agente del Ministerio Público. No supieron explicarme por qué ellos inventaron que había declarado eso al ingresar al hospital”.
Insistió en que es imposible que su esposa diera una declaración estando inconsciente, y asegura que Liliana siempre ha sostenido que tres sujetos la atacaron y la quemaron, dándola por muerta.
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Sobre los presuntos responsables, Aldo Flores dijo que en la Fiscalía “ellos tienen nombres y direcciones donde los podían encontrar; pero siguen libres, no sé por qué no han hecho nada”.
Señaló que uno de los agresores ha salido en un video diciendo que es inocente; sin embargo, tiene antecedentes por homicidio, agresiones y venta de drogas.
Indicó que también han denunciado ante la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) el acoso que recibe Liliana en redes sociales por parte de una mujer, quien presuntamente es pareja de uno de los agresores.
Aldo dijo que ambos piden a la gente que no le den la dirección de Liliana, lo que los tiene intranquilos, pues saben de lo que ese sujeto es capaz de hacer.
Exigencia de justicia
Una vocera de la Fundación Carmen Sánchez, que acompaña a mujeres víctimas de ataques con sustancias químicas, señaló que se suman a la exigencia de justicia para Liliana, ante este tipo de agresión que es una de las violencias más extremas contra las mujeres.
Afirmó que tuvieron comunicación con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas, la Secretaría de las Mujeres y el sector salud de Nuevo León, y se acordó trabajar de forma coordinada para que se cumpla el compromiso público que hizo el gobernador Samuel García en noviembre pasado, de que Liliana pueda contar con los servicios médicos y los tratamientos que requiera para garantizar su vida y su integridad.
Recordó que en un principio la Fiscalía revictimizó a Liliana en un comunicado, insinuando que ella misma se había prendido con gasolina, lo cual no es un hecho aislado, sino una práctica en ésta y otras fiscalías estatales como la de Jalisco, en el caso de Luz Raquel, que dijo exactamente lo mismo, “como una salida fácil para no hacer investigaciones”.
Por ello, exigió una disculpa pública de la Fiscalía estatal, pues propició con su versión del primer comunicado, desvalorizar la denuncia de Liliana sobre el intento de feminicidio que sufrió, y que sea víctima de acoso mediático y violencia digital.
En tanto, Liliana pelea su batalla desde la cama de un hospital, en espera de recuperar su vida.
afcl/cls