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Puebla.- Cuando tuvo en sus manos su acta de nacimiento con el nombre de Cinthya Gabriela Chumacero Rodríguez se puso a llorar. Después de una lucha de más de diez años, la activista cumplió uno de sus sueños: ser reconocida legalmente de acuerdo con su género.
La fundadora y presidenta del Grupo Transgenero Puebla fue de las primeras en hacer uso de la Ley Agnes , recién aprobada y que entró en vigor en la entidad y entonces- dice- dio un paso en contra de la discriminación en contra de las chicas y chicos trans.
“Como activista una satisfacción muy grande de logros, hubo desvelos, muerte de chicas y compañeros activistas para que tengamos un derecho a una identidad como seres humanos y a la no discrimianción”, afirma.
La histórica activista poblana asegura que se trata de un paso más para lograr el respeto a sus derechos y como ejemplo puso que ahora cuando vaya a pedir un trabajo la nombren Cinthya Gabriela “y no me estén discriminando diciéndome Jorge, Pedro o a los chicos trans que les digan María cuando son Luis”.
Al entrar ayer en vigor la Ley Agnes, cinco mujeres trans y dos hombres trans recibieron su acta de nacimiento con su nombre de acuerdo a su género, lo que significó un logró gracias a que Puebla se convirtió en la décima cuarta entidad en tener la Ley Agnes.
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“Significa que la comunidad trans, tanto masculina como femenina, tendremos el derecho de tener un acta que nos identifique y una credencial de elector que nos identifique como personas al nombre de nuestro género”, se congratuló.
En sus recuerdos siempre guarda esa constante frase que le repiten siempre que llegaba a una oficina y mostraba su identificación oficial aunque fuera vestida de mujer: -Señor, pásele.
“En lo personal mi satisfacción que ya me puedo presentar como Gabriela y como Gabriela defender a que no haya discriminaciones, trabajo digno y salud digna y una educación digna”, dice.
A pesar del logro de la Ley Agnes, asegura que la lucha no a acabado, pues ahora les toca seguir luchando por sus derechos, porque -denuncia- “seguimos siendo discriminadas, matadas y vulneradas”.
La activista afirmó que es necesario luchar por los derechos de infancias trans, impulsar talleres en escuelas de educación sexual y género, una salud digna, refugios o albergues para los ancianos trans, entre otras cosas más.
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afcl/nv