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Cuernavaca.— Un saldo de siete muertos y cuatro heridos dejaron dos enfrentamientos registrados desde el martes en el interior del Centro Estatal de Reinserción Social (Cereso) Morelos entre internos identificados con los cárteles de Los Rojos y el Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En conferencia de prensa, el secretario de Gobierno estatal, Pablo Ojeda Cárdenas, informó que una de las víctimas es Raymundo Castro El Ray, identificado por las autoridades como presunto cabecilla del CJNG en el estado.
El funcionario descartó que entre los lesionados o fallecidos se encuentre Oswaldo Alexis Mazari —hijo del líder de Los Rojos en Morelos, Santiago Mazari Hernández El Carrete—, recluido en ese penal desde septiembre pasado.
Ojeda Cárdenas sostuvo que el enfrentamiento fue protagonizado por grupos antagónicos, pero negó que la doble jornada de violencia corresponda a un motín o una acción de autogobierno: “En el Cereso Morelos no hay autogobierno”, aseveró.
El funcionario estatal indicó que el director del Cereso Morelos, Jorge Israel Ponce de León, estuvo ausente durante la revuelta porque se encuentra en un curso internacional de seguridad penitenciaria.
Por su parte, el fiscal general del estado, Uriel Carmona Gándara, explicó que según los datos preliminares, los internos fueron asesinados sólo con armas punzocortantes.
Horas críticas
Los enfrentamientos comenzaron la mañana del martes, supuestamente por el robo de un par de zapatos, y se reavivaron por la tarde con un primer saldo de un muerto y dos heridos, y 10 internos fueron trasladados al área de ingresos. Por la noche, la Comisión Estatal de Seguridad indicó que tenía el control del centro penitenciario.
La mañana de ayer, los compañeros de los 10 internos retenidos fueron al área de ingresos y tomaron como rehenes a varios custodios del penal para exigir su liberación, por lo que se desató el enfrentamiento más fuerte que dejó seis internos muertos y dos más lesionados.
Con la orden oficial, ingresaron al penal aproximadamente 350 elementos de seguridad y otros 115 de la Guardia Nacional, mientras que 120 militares y personal de la CES instalaron un cinturón de seguridad perimetral.
Además, en el operativo participaron unidades caninas y dos helicópteros para mantener la vigilancia, y disuadieron a los reclusos a través de gases.
Los familiares de los presidiarios se colocaron en las puertas de acceso al Cereso desde la noche del martes para exigir información sobre ellos, pero hasta las 15:00 horas de ayer tuvieron acceso para encontrarse con ellos.
Una mujer, familiar de uno de los internos asesinados, condenó los hechos y acusó a las autoridades penitenciarias de corrupción y de permitir el autogobierno. “¿Quieren que pase lo de Culiacán? Así podemos traer también a ese tipo de gente”, advirtió la mujer.
Por la tarde, el gobernador de Morelos ordenó la instalación de seis puestos de mando operativos en puntos estratégicos del territorio estatal para reforzar la seguridad en la entidad.