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Nayarit.— Si la elección interna en Morena no causa una fractura importante y los aspirantes a candidaturas logran ponerse de acuerdo, las condiciones en el estado parecen estar dadas para que ese partido gane la elección a gobernador del próximo año, por lo que ha comenzado a fraguarse la posibilidad de un frente amplio en el que podrían coincidir PRI y PAN para intentar frenar el crecimiento guinda.
En la elección de 2017, la coalición PAN-PRD-PT y el local Partido de la Revolución Socialista logró llevar a la gubernatura al empresario Antonio Echevarría García, controlar el Congreso del estado y quedarse con la mitad de los ayuntamientos.
En esa ocasión, Morena contendió sin alianzas y alcanzó 12% de la votación para gobernador, logró un escaño en el Congreso y un ayuntamiento.
Un año después, la contienda federal dibujó un nuevo panorama electoral y la alianza entre Morena-PT-PES se lo llevó todo: obtuvo siete de las 11 curules que corresponden a Nayarit en el Congreso de la Unión (ocho diputados y tres senadores).
Morena es el rival a vencer en la siguiente elección, reconoce Enrique Díaz, dirigente estatal del PRI, quien considera que los programas sociales del gobierno federal son el corazón de una estructura electoral clientelar.
“Morena es el rival a vencer porque se ha dedicado en los últimos años a construir una base electoral con los programas sociales y hay un uso mediático del gobierno por parte del Presidente [Andrés Manuel López Obrador], quien está en campaña constante. Pero no se trata de vencer a alguien, sino de darle equilibrios y contrapesos al país”, señala.
Reconoce que la administración del exgobernador Roberto Sandoval, marcada por denuncias de corrupción y por el arresto en Estados Unidos de quien fuera su fiscal, Édgar Veytia (sentenciado por narcotráfico), desgastaron al tricolor frente a la sociedad.
Sobre la posible alianza con el PAN y el PRD, Díaz precisa que hay un diálogo abierto con ambos partidos, pero no es una negociación sencilla: “Lo que se ha estado hablando hasta ahora es que para elegir a él o la candidata se analizará qué partido y qué aspirante tienen mayor fortaleza”.
Para el presidente del Congreso del estado, el panista Leopoldo Domínguez, la opción de hacer una alianza con otros partidos es la correcta, pero incluir en ella al PRI es algo que debe analizarse.
“Estamos platicando con la militancia y la ciudadanía para ver qué opinan sobre una alianza de esta naturaleza y qué reacciones habría al votar. No es un tema concluido”, dice Domínguez y opina que el siguiente proceso electoral será inédito, pues el Covid-19 ha generado nuevos escenarios, lo que repercutirá en la forma de hacer campaña.
Aunque el gobernador Antonio Echevarría emana de una coalición de partidos mayoritariamente opositora al gobierno federal, el mandatario ha mantenido una postura de no confrontación con el gobierno federal, lo que para algunos implica una dificultad al momento de plantear una campaña de contraste.
Por su parte, Daniel Carrillo, dirigente de Morena en la entidad, piensa que la buena relación entre los gobiernos estatal y federal la ha capitalizado su partido.
“Hay buena relación del gobernador con el gobierno federal y aunque nosotros tenemos algunas diferencias con el gobernador, hemos decidido no confrontar para no empañar esa relación y nos ha servido la imagen de no confrontación”, dice.
Carrillo se muestra confiado de las encuestas porque “ponen al partido muy arriba, principalmente por el desempeño del Presidente (…) Y ni sumando lo de los tres partidos (PRI, PAN y PRD) nos alcanzan”, afirma.