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Culiacán.— En Sinaloa prevalece un escenario en el que Morena, con sus fracturas internas, intenta conquistar en 2021 la gubernatura, mientras que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) finca su retención y la recuperación de las alcaldías perdidas en la figura del actual gobernador, Quirino Ordaz Coppel.
La lectura de algunos analistas políticos es que el proceso que se vive en el estado, con miras a la sucesión de la gubernatura, se debe ver como si fuera un juego de beisbol: entrada por entrada y cada jugada o error cuentan para el final del encuentro.
Para Ernesto Hernández Norzagara, analista y doctor en Ciencias Políticas y Sociología, sólo se ven dos corrientes: PRI y Morena en la disputa por la gubernatura y las alcaldías de Ahome, Culiacán, Guasave y Mazatlán, las más importantes, que están en manos de los guindas y sus aliados.
Considera que los demás partidos buscan convertirse en una especie de bisagra, por lo que miden los tiempos y la fuerza de Morena y del PRI para definir de qué lado se van a inclinar en alianzas, en espera de tener regalías por la vía plurinominal.
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Hernández Norzagaray advierte que se vislumbran dos escenarios electorales distintos para el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador: uno será el comportamiento de los ciudadanos en las urnas al momento de elegir gobernador y otro para las 18 alcaldías.
Su análisis lo finca en el hecho de que, en algunos municipios imperan la desilusión y el desencanto por las actuaciones de los alcaldes, sumidos en escándalos y divisiones, por lo que puede presentarse el voto cruzado.
El especialista percibe que la desilusión y el descontento entre sectores económicos, como el agrícola y pesquero, que se sienten traicionados por las políticas públicas federales que los han dejado sin apoyos, jugará un papel importante en lo electoral.
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Puntualiza que si el PRI finca sus expectativas de triunfo en la buena imagen y calificación del gobernador Ordaz Coppel se equivoca en su estrategia, porque esas cualidades no se heredan ni la ciudadanía premia en nombre de otras personas.
La visión desde los partidos
Carol Berenice Arriaga García, delegada nacional de Morena, adelanta que la alianza que se construye entre el PRI y otras fuerzas políticas no va a funcionar, puesto que no tienen el respaldo ciudadano, como se pudo observar en la pasada contienda electoral federal, donde les dieron la espalda en las urnas.
Sobre las expresiones vertidas por diversos actores de su partido que sienten ser los ungidos como candidatos a la gubernatura, considera que sólo son eso, deseos.
En el PRI, lo que comenta su dirigente estatal, Jesús Valdés Palazuelos, es que por primera vez se consulta a los ciudadanos, a través de la celebración de foros, sobre el perfil que consideran deben tener los candidatos a cargos de elección popular, para no equivocarse en la postulación.
Valdés Palazuelos, a quien se considera candidateable, observa que no siempre el más conocido cuenta con atributos, arraigo y cercanía con la gente. Desde su perspectiva, el hecho que el gobernador sea priista, con excelente calificación, es un punto a favor, pero el proyecto es, además de retener la gubernatura, rescatar las alcaldías perdidas.