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Ciudad Victoria.— El maestro Francisco Javier Montelongo Guzmán reunió donativos y piezas mecánicas para aprovechar la cuarentena por la pandemia de Covid-19, y construir un proyecto en beneficio de sus alumnos: la biblioteca móvil.
“Lo más difícil fue empezar, lo que significaba otro sueño más en favor de mis alumnos”, expresa Montelongo junto a la Combi 87 (con motor 1600 de un vocho), a la cual le tuvo que dar incluso hachazos en su reconstrucción.Hace dos años EL UNIVERSAL dio a conocer la historia del Profe Paco, quien adaptó otra combi para recorrer las calles de Ciudad Victoria, y de forma gratuita recoger a 25 alumnos de la primaria del turno vespertino General y Profesor Alberto Carrera Torres, de la que es director.
Su altruismo y las asoleadas en los recorridos han dado frutos. De unos 25 alumnos que tenía en la escuela, ahora suma una población de 102 estudiantes que pertenecen a unas 10 colonias del sector.
Convirtió el patio de su casa en un taller mecánico, donde incluso sus familiares lo ayudan con el proyecto cada vez que pueden.
“La idea me nació de una combi que tiene el señor Luis García en la Ciudad de México, una de las personas que me han apoyado con el primer proyecto, La Combi del Saber”, relata el Profe Paco.
Admite que no sabía ni por dónde empezar, veía videos, pero en cuanto a herramientas no contaba ni con un martillo: cortaba partes hasta con un hacha, luego adquirió más accesorios, y en el aislamiento se ha dado tiempo para soldar, pulir y pintar.
—¿En qué consiste la biblioteca móvil?
Sin los donativos de muchas personas, Montelongo considera que no hubiera logrado el objetivo, “desde que salió el primer reportaje en EL UNIVERSAL se acercaron benefactores para apoyar a los alumnos, como el Grupo Maya, paisanos, una radiodifusora desde Estados Unidos y personas de Ciudad Victoria, entre otras cosas, nos compran camisetas y sudaderas de La Combi del Saber; a todos, mi agradecimiento total”.
En el interior del vehículo, el maestro explica su construcción con sus propias manos, sólo un tío que sabe de carpintería lo ayudó con los asientos, “ahí enfrente va la pantalla para los videocuentos y las bancas son más amplias en comparación con la otra combi”.
“Agradezco muchos detalles, también a mi familia que me apoya en todo momento y a los padres de familia que nos otorgan siempre la confianza de trasladar a los niños a la escuela”, expresa.
En la etapa de pruebas, el profesor aborda la reconstruida combi y reconoce que ambos proyectos le han cambiado la vida, “ha cambiado mi forma de ver a los alumnos, he aprendido a ser tolerante ante las críticas, incluso hasta de aguantar burlas, porque sé cuánto necesitan mi servicio los niños”.
Tras muchos esfuerzos, en plena pandemia por coronavirus, el Profe Paco ha logrado terminar la biblioteca móvil, y ya tiene muchas ganas de estrenarla en el nuevo ciclo escolar, “sólo estoy en la etapa de recibir donativos de libros y material audiovisual, que nos servirá mucho en los recorridos a la escuela”.