Los problemas que ha dejado el turismo en la isla de Holbox, Quintana Roo, continúan y ahora es la basura la que amenaza a este paradisíaco destino del caribe mexicano.
Autoridades de Lázaro Cárdenas, municipio al que pertenece, reconocieron que el ayuntamiento está rebasado por la cantidad de basura que se genera en la isla, pues no se cuenta con una planta de tratamiento.
El edil Emilio Jiménez Ancona, en entrevista con EL UNIVERSAL, afirmó que ya se presentó la propuesta para un nuevo impuesto hotelero. Dicho proyecto fue respaldado por el cabildo y la minuta fue enviada al Congreso local para su aprobación. Así, se pretende implementar un cobro de 20 pesos extra por cada habitación ocupada, el cual se aplicaría sólo en la parte turística del municipio.
Según el alcalde, los recursos que se generen, calculados entre 80 y 100 mil pesos al mes, se destinarán al “saneamiento ambiental”, específicamente para el manejo de la basura.
“Se trata de una apoyo para la basura, porque al municipio le cuesta mucho sacar la basura de Holbox; no hay relleno sanitario, sino un centro de transferencia, por lo que se tiene que trasladar a Kantunilkin a través de góndolas o como se pueda”, dijo.
De acuerdo con el edil, los desechos son sacados de la isla vía marítima, lo que representa un costo de al menos 10 mil pesos por un viaje de 14 toneladas, sin contar el traslado de 40 kilómetros desde el centro de transferencia hasta el puerto en el que se embarca la basura. El preció se dispara si se considera que de las 60 toneladas que se generan en el municipio, entre 40% y 50% se producen en Holbox.
Según Jiménez Ancona, la isla tiene una población de entre 2 mil 800 y 3 mil habitantes, a los que se suma una población flotante de trabajadores de otras 2 mil personas. Además, se calcula que en temporada alta, entre 8 mil y 10 mil turistas visitan Holbox al día. Todos ellos generarían hasta 30 toneladas de basura diarias.
Jesús Tah, coordinador de turismo de Holbox, señaló que la idea surgió luego del colapso de la isla a fines de julio, cuando el número de visitantes rebasó la capacidad de servicios.
“La idea es cobrar a los hoteleros 20 pesos por cada habitación ocupada, ese dinero se manejará de manera transparente. La administración de esos recursos correrían a cargo de un comité elegido por los habitantes, aunque aún es una propuesta”, explicó.