Chilpancingo.—Los puestos públicos en Guerrero se han convertido en un asunto privado, son cosa de familia y de amigos.
El caso emblemático: la familia Mora-Eguiluz que ha gobernado en el municipio de Tlalchapa, en Tierra Caliente, 12 años de forma consecutiva y podría extenderse tres más.
Tania Mora Eguiluz es la actual alcaldesa, pero ahora está en busca de reelegirse. En la campaña no vasola, la acompaña su hermana, Celeste Mora, quien es candidata de Morena a la diputación federal.
Lee también: Gobierno de Guerrero reconoce a las madres trabajadoras y les da un bono de 10 mil pesos
Tania recibió el ayuntamiento de manos de su padre, Martín Mora, quien obtuvo el gobierno de su hija Amalia, que a su vez, aceptó la alcaldía que le cedió su madre, Guadalupe Eguiluz.
Desde 2012, a la familia Mora-Eguiluz ningún grupo político le ha podido competir. Su dominio no se ve en peligro ni porque están en un territorio minado por el crimen organizado. La casi monarquía la iniciaron en el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La madre, una hija y el padre fueron alcaldes electos por este partido. Celeste, otra de las hijas, fue diputada local.
El PRD se mermó hasta casi su desaparición y la familia Mora-Eguiluz no esperó, se bajó de ese barco y se incorporó al partido de moda, Morena; ahí los recibieron sin ningún pretexto.
En Tierra Caliente, la familia Mora-Eguiluz tiene competencia. En el municipio Cutzamala del Pinzón, los Arce-Jaimes van por su tercer periodo consecutivo.
En 2018, el padre, Timoteo Arce Solís, ganó por el PRI la alcaldía, y en 2021 se postuló su esposa Rosita Jaimes y llevó como suplente a su hija, Mayte Arce Jaimes.
La madre gobernó la mitad del periodo y la hija la otra. Este 2024, Mayte Arce busca reelegirse y todo indica que ganará como lo hizo la familia en las dos anteriores ocasiones.
En 2018, el padre prácticamente compitió solo. Los rivales se fueron bajando hasta que fue candidato único. En 2021, la principal competidora, la aspirante del Movimiento Ciudadano (MC), Marilú Martínez Núñez, fue privada de la libertad junto con su familia días antes de la jornada electoral, y la liberaron un día después de la elección.
Eso de heredar cargos en la Tierra Caliente se está convirtiendo en una nefasta tradición.
Eusebio Echeverría Tabares es el alcalde de Coyuca de Catalán, no se reeligió, pero puso de candidata de la alianza PRI, PRD, PAN a su hija, Esbeydi Echeverría García.
En el municipio de Pungarabato hay otro caso similar, Reynel Rodríguez Muñoz es diputado federal por el PRI, años antes fue alcalde de Pungarabato en los periodos 2012-2015 y en 2018-2021; es decir, dejó la alcaldía para irse a la diputación federal, pero este 2024, su esposa Brenda Janet Núñez Peñaloza va en busca de recuperar el ayuntamiento para la familia. Es la candidata de la coalición PRI, PRD y PAN.
En Xalpatlahuac, en la Montaña, está el matrimonio Linos-Maldonado, que desde 2015 no sueltan el ayuntamiento. Ese año, René Rosendo Linos Rosas ganó la alcaldía por el PRI; luego, en 2018 se reeligió y ganó. Tres años después, en 2021, estaba legalmente impedido a competir de nuevo y entonces optó por la reelección de facto: se postuló su esposa Selene Maldonado, quien ganó, y este 2024 está buscando reelegirse. Si gana, el matrimonio sumaría 12 años consecutivos gobernando Xalpatlahuac.
Otro caso de herencias es el de Zihuatanejo. El priista Jorge Sánchez Allec ganó la alcaldía en 2018, tres años después se postuló de nuevo y se reeligió. Ahora, en 2024, va por la reelección de facto; la candidata a la alcaldía de Zihuatanejo de la alianza PRI, PRD, PAN es su esposa, Lizette Tapia Castro. Si gana, sería gobernado nueve años consecutivos por la misma familia.
El matrimonio que controla Tlapa
El matrimonio Wences-Mosso ha convertido al PT en su negocio. Es una franquicia donde ellos son los únicos beneficiarios. Victoriano Wences Real salió a la luz pública cuando se convirtió en diputado local en 2008. Desde entonces no ha parado de tener cargos públicos.
Tras concluir su periodo como diputado local, Wences Real se postuló en 2012 como candidato del PT a la alcaldía de Tlapa y ganó. En 2015, apareció su esposa, Leticia Mosso Hernández, para postularse como candidata del PT a la alcaldía de Tlapa, quiso heredar el ayuntamiento de parte de su esposo. El plan no les resultó, perdió la elección, pero no se quedaron con las manos vacías, Wences Real se convirtió en diputado federal por ese partido.
En 2017, Wences Real fue nombrado dirigente del PT en Guerrero y hasta ahora mantiene el control.
Un año después, en la elección de 2018, Wences Real no obtuvo ningún cargo, pero su esposa sí. Como dirigente colocó a su esposa en el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados locales por la vía plurinominal. Mosso Hernández se convirtió en legisladora.
En 2021, Wences Real regresó por sus fueros, se postuló como candidato de la alianza Morena, PT, PVEM, como candidato a diputado local y, además, hizo valer sus prerrogativas como dirigente: volvió a poner en el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados locales por la vía plurinominal a su esposa. Mosso Hernández se reeligió como legisladora.
Este 2024, Wences Real es candidato de la alianza Morena, PT, PVEM a la alcaldía de Tlapa y de nuevo volvió a colocar a su esposa en el lugar número uno de la lista de candidatos a diputados locales por la vía plurinominal. Mosso Hernández será legisladora por tercera ocasión de manera consecutiva.
Dicho de otra forma: en nueve años, PT sólo tendrá como legisladora a Mosso Hernández, la esposa del dirigente estatal.
Padre e hija con cargos
En 2002, Raymundo García Gutiérrez se convirtió en presidente municipal de Acatepec, en la Montaña. Ese año, su hija Jennifer García Lucena tenía sólo cinco años de edad.
Al término de su periodo como alcalde, García Gutiérrez se postuló como diputado local y ganó. Después entró en una pausa. Siete años más tarde, en 2015, volvió a postularse como candidato a diputado local y ganó; en 2018 fue el candidato del PRD a diputado federal y ganó.
En 2021, se postuló de nuevo a candidato del PRD y aliados a diputado local, y volvió a ganar, pero no sólo eso, también colocó a su hija, Jennifer García Lucena, en la lista de candidatos a diputado local por la vía plurinominal.
En los últimos tres años, García Gutiérrez y su hija fueron compañeros en el Congreso local y ahora, en este 2024, padre e hija buscan reelegirse. El padre como candidato en el Distrito 14 con sede en Ayutla, en la Costa Chica, y la hija fue colocada en el lugar tres de la lista a candidatos por la vía plurinominal.
La familia de Los Ardillos
Bernardo Ortega Jiménez ha sido alcalde de Quechultenango y cuatro veces diputado local. Las dos últimas fueron consecutivas. En 2018 se postuló como candidato por el Distrito 24 con sede en Tixtla; luego, en 2021 se reeligió.
Antes, fue diputado local en 2005; en 2012 otra vez; luego, en 2013, Ortega Jiménez tomó relevancia. Primero porque lo eligieron presidente del Congreso de Guerrero y porque sus hermanos, los presuntos líderes de la organización criminal Los Ardillos, emprendieron su expansión a punta de balazos. En ese momento salieron de su bastión, Quechultenango y ahora están en gran parte de la región, Centro, la Montaña y la Sierra de del estado de Guerrero.
Ortega Jiménez ya no pudo reelegirse este 2024 y postuló a su hijo, Jorge Iván Ortega Jiménez, como candidato a diputado local por el Distrito 24 con sede en Tixtla. Ortega Jiménez ya advirtió que buscará la dirigencia estatal del PRD.
Líderes de partido con privilegios
De los 14 partidos políticos registrados ante el Instituto Electorales y de Participación Ciudadana (IEPC), 10 dirigentes estatales (Morena, PRI, PVEM, MC, FxM, Partido de la Sustentabilidad Guerrerense, Partido del Bienestar de Guerrero, Partido Regeneración, México Avanza, Alianza Ciudadana) se colocaron en el lugar uno de la lista de candidatos a diputados locales por la vía plurinominal. En dos, colocaron a sus esposas y uno a su hermano. En el PT y PAN, los dirigentes colocaron a sus esposas en el número uno de las listas; el dirigente del partido Movimiento Laborista puso a su hermano. Así se demuestra que las candidaturas en Guerrero son un asunto privado, un negocio que sólo pertenece a unas cuantas familias.