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Un promedio de 36 mil huevos de tortuga marina, alojados en 19 corrales, de los 45 instalados en 12 kilómetros de playas de Cancún, lograron ser protegidos antes de que la marea de tormenta provocada por el huracán Beryl, en playas de este polo vacacional, pudiese afectarlos o ahogarlos.
El ciclón entró a costas de Quintana Roo como huracán categoría 2, la madrugada de ayer, por Tulum, pero la fuerza de sus vientos y la intensidad de sus lluvias se dejaron sentir en otros municipios.
En Cancún, por ejemplo, el ciclón destruyó completamente uno de los 45 corrales, el ubicado en Playa Delfines, lo cual se constató en un recorrido hecho por EL UNIVERSAL, en la zona, en donde se observó a empleados de la Dirección de Ecología del municipio, limpiando el sitio para volver a levantar el corral.
En ese sitio había 93 nidos de tortuga marina, con 10 mil 400 huevos que, gracias a los trabajos preventivos efectuados el 3 de julio, como parte del Programa de Protección a la Tortuga Marina, lograron ser reubicados en tiempo y trasladados en un punto seguro.
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“En Playa Delfines logramos retirar todos los nidos. El corral, prácticamente se deshizo. Lo que hicimos ayer fue desmontar estructuras para que no haya ninguna pérdida o daño. La malla quedó cubierta por el arenal y estamos a cargo de retirar todos los residuos, para no haber alguna situación de que alguien se entierre algo y volveremos a construir el corral tortuguero.
“En total se retiraron 19 corrales tortugueros de los 45 que teníamos en la zona de costa, en aproximadamente 12 kilómetros y se lograron resguardar 36 mil huevos de tortuga, aproximadamente”, informó la directora de Ecología, Tania Fernández.
La funcionaria explicó que solo se trasladaron los corrales que se consideró corrían riesgo por la elevación de la marea. El resto –26 corrales– se quedaron en su sitio.
En entrevista con EL UNIVERSAL, dijo que están revisando el resto de corrales, para conocer sus condiciones, porque las tortugas van a seguir llegando, pues la temporada de anidación inició en mayo.
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“Los huevos resguardados, esperaremos a que eclosionen y liberamos. En el momento en que eclosionen los llevamos a la playa a que hagan su registro que es importante para las tortugas. Tenemos que liberarlas en una zona de la playa donde puedan caminar.
“Recordemos que cuando se deslizan, tienen en su pancita, registran ahí el área donde eclosionan y, posteriormente, en su etapa adulta, regresan a desovar”, explicó.
La funcionaria agregó que el saldo para los 105 mil huevos, en 915 nidos, alojados en los 45 corrales en 12 kilómetros de playas, fue blanco, gracias al personal de la dependencia y del staff del sector hotelero, que colabora con el programa de protección al quelonio.
“Tuvimos saldo blanco. Aquí podemos ver el resultado de las acciones preventivas, de trabajar en equipo y de que no nos agarrara a las carreras, a la última hora. De otro modo pudimos haber perdido algún nido, pero únicamente hubo daños materiales a los corrales”, expresó.
sg/cr